Tú, que la paz del mar, ¡oh navegante!
Tú, que la paz del mar, ¡oh navegante!, molestas, codicioso y diligente, por sangrarle las venas al Oriente del más rubio metal, rico y flamante,
detente aquí; no pases adelante; hártate de tesoros, brevemente, en donde Lisi peina de su frente hebra sutil en ondas fulminante.
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You who molest the peace of the sea...
You who molest the peace of the sea, oh navigator both greedy and diligent, so as to bleed the veins of the Orient of the blondest metal, rich and flaming,
stay here; go no farther; sate yourself with treasures, quickly, where Lisi combs from her forehead delicate fibers into fulminating waves.
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