Jaime Sabines -El peatón- |
viernes, 7 de mayo de 2004 |
El peatón
Se dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta.
Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta!
Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas?
¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón.
¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón.
Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.
Pedestrian
It's said, it's rumored, they affirm it in the salons, at parties, someone or many in the know, that Jaime Sabines is a great poet. Or at least a good poet. Or a poet who's decent, worthy. Or simply, really, a poet.
Jaime hears the news and he's happy: how marvelous! I'm a poet! I'm an important poet! I'm a great poet!
Convinced, he goes out or comes home, convinced. But in the street, no one, and in the house, fewer: no one notices that he's a poet. Why don't the poets have a star before them, or a visible brilliance, or a ray of light shining from their ears?
My god, says Jaime. I have to be a father or husband, work in the factory like others, or go about, like others, as a pedestrian.
That's it! says Jaime. I'm not a poet. I'm a pedestrian.
And this time he hangs about in bed, sweetly happy and tranquil.
Translated by Athena KildegaardEtiquetas: Jaime Sabines |
posted by Bishop @ 8:30 |
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