Blas de Otero -Túmulo de gasoil- |
lunes, 8 de noviembre de 2004 |
Túmulo de gasoil
Hojas sueltas, decidme, qué se hicieron los Infantes de Aragón, Manuel Granero, la pavana para una infanta, si está Madrid iluminado como una diapositiva y sólo en este barrio saltan, ríen, berrean sesenta o setenta y cinco niños y sus mamás ostentan senos de Honolulu, y pasan muchachas con sus ropas chapadas, faldas en microscuro, y manillas brillantes y sandalias de purpurina, hojas sueltas, caídas como cristo contra el empedrado, decidme, quién empezó eso de cesar, “pasar, morir, quien inventó tal juego, ese espantoso solitario sin trampa, que le deja a uno acartonado, si la plaza de Oriente es una rosa de Alejandría, ah Madrid de Mesonero, de Lope, de Galdós y de Quevedo, inefable Madrid infestado por el gasoil, los yanquis y la sociedad de consumo, ciudad donde Jorge Manrique acabaría por jodernos a todos, a no ser porque la vida está cosida con grapas de plástico y sus hojas perduran inarrancablemente bajo el rocío de los prados y los graves estrofas que nos quiebran los huesos y los esparcen bajo este cielo de Madrid ahumado por cuántos años de quietismo, tan parecidos a don Rodrigo en su túmulo de terciopelo y rimas cuadriculadas.
Tumulus of diesel
Loosed leaves, tell me, what has become of the Infantes of Aragón, Manuel Granero, the pavane for a princess, now Madrid is lit up like a lantern slide and in this quarter alone seventy or seventy-five children leap, laugh and bawl, their mamas flaunt Honoluluan breasts and girls pass with metal-faced clothes, microgrooved skirts, sparkling bracelets and gilt-painted sandals, loosed leaves fallen like Christ against the pavement, tell me who started this business of ending, passing, dying, who invented such a game, this dreadful solitaire you can’t cheat at, that leaves you sapless and shattered now the Plaza de Oriente is an Alexandrian rose, ah Madrid of Mesonero, of Lope, Galdós and Quevedo, ineffable Madrid infected by diesel-oil, Yanks and the consumer society, city where Jorge Manrique would end up by screwing us all, except that life is sewn together with plastic clips and its leaves survive unwrenchably beneath the dew of the meadows and the weighty verses which shatter and scatter our bones under this Madrid sky smoky with so many years of quietism, so similar to don Rodrigo in his tumulus of velvet and squared rhymes.
Translated by Patrick H. SheerinEtiquetas: Blas de Otero |
posted by Bishop @ 10:20 |
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