Pablo Neruda -Alianza (Sonata)- |
miércoles, 16 de febrero de 2005 |
Alianza (Sonata)
Ni el corazón cortado por un vidrio en un erial de espinas, ni las aguas atroces vistas en los rincones de ciertas casas, aguas como párpados y ojos, podrían sujetar tu cintura en mis manos cuando mi corazón levanta sus encinas hacia tu inquebrantable hilo de nieve.
Nocturno azúcar, espíritu de las coronas, redimida sangre humana, tus besos me destierran, y um golpe de agua con restos del mar golpea los silencios que te esperan rodeando las gastadas sillas, gastando puertas.
Noches con ejes claros, partida, material, únicamente voz, únicamente desnuda cada día. Sobre tus pechos de corriente inmóvil, sobre tus piernas de dureza y agua, sobre la permanencia y el orgullo de tu pelo desnudo, quiero estar, amor mío, ya tiradas las lágrimas al ronco cesto donde se acumulan, quiero estar, amor mío solo con una sílaba de plata destrozada, solo con una punta de tu pecho de nieve.
Ya no es posible, a veces ganar sino cayendo, ya no es posible, entre dos seres temblar, tocar la flor del río: hebras de hombre vienen como agujas, tramitaciones, trozos, familias de coral repulsivo, tormentas y pasos duros por alfombras de invierno.
Entre labios y labios hay ciudades de gran ceniza y húmeda cimera, gotas de cuándo y cómo, indefinidas circulaciones: entre labios y labios como por una costa de arena y vidrio, pasa el viento.
Por eso eres sin fin, recógeme como si fueras toda solemnidad, toda nocturna como una zona, hasta que te confundas con las líneas del tiempo. Avanza en la dulzura, ven a mi lado hasta que las digitales hojas de los violines hayan callado, hasta que los musgos arraiguen en el trueno, hasta que del latido de mano y mano bajen las raíces.
Sonata
Neither the heart cut by a piece of glass in a wasteland of thorns nor the atrocious waters seen in the corners of certain houses, waters like eyelids and eyes can capture your waist in my hands when my heart lifts its oaks towards your unbreakable thread of snow.
Nocturnal sugar, spirit of the crowns, ransomed human blood, your kisses send into exile and a stroke of water, with remnants of the sea, neats on the silences that wait for you surrounding the worn chairs, wearing out doors.
Nights with bright spindles, divided, material, nothing but voice, nothing but naked every day.
Over your breasts of motionless current, over your legs of firmness and water, over the permanence and the pride of your naked hair I want to be, my love, now that the tears are thrown into the raucous baskets where they accumulate, I want to be, my love, alone with a syllable of mangled silver, alone with a tip of your breast of snow.Etiquetas: Pablo Neruda |
posted by Bishop @ 18:45 |
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