Pablo Neruda -Oda al vino- |
lunes, 21 de marzo de 2005 |
Oda al vino
Vino color de día, vino color de noche, vino con pies de púrpura o sangre de topacio, vino, estrellado hijo de la tierra, vino, liso como una espada de oro, suave como un desordenado terciopelo, vino encaracolado y suspendido, amoroso, marino, nunca has cabido en una copa, en un canto, en un hombre, coral, gregario eres, y cuando menos, mutuo. A veces te nutres de recuerdos mortales, en tu ola vamos de tumba en tumba, picapedrero de sepulcro helado, y lloramos lágrimas transitorias, pero tu hermoso traje de primavera es diferente, el corazón sube a las ramas, el viento mueve el día, nada queda dentro de tu alma inmóvil. El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegría, caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto. Oh tú, jarra de vino, en el desierto con la sabrosa que amo, dijo el viejo poeta. Que el cántaro de vino al beso del amor sume su beso.
Amor mio, de pronto tu cadera es la curva colmada de la copa, tu pecho es el racimo, la luz del alcohol tu cabellera, las uvas tus pezones, tu ombligo sello puro estampado en tu vientre de vasija, y tu amor la cascada de vino inextinguible, la claridad que cae en mis sentidos, el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor, beso quemante o corazón quemado eres, vino de vida, sino amistad de los seres, transparencia, coro de disciplina, abundancia de flores. Amo sobre una mesa, cuando se habla, la luz de una botella de inteligente vino. Que lo beban, que recuerden en cada gota de oro o copa de topacio o cuchara de púrpura que trabajó el otoño hasta llenar de vino las vasijas y aprenda el hombre oscuro, en el ceremonial de su negocio, a recordar la tierra y sus deberes, a propagar el cántico del fruto.
Ode to wine
Day-colored wine, night-colored wine, wine with purple feet or wine with topaz blood, wine, starry child of earth, wine, smooth as a golden sword, soft as lascivious velvet, wine, spiral-seashelled and full of wonder, amorous, marine; never has one goblet contained you, one song, one man, you are choral, gregarious, at the least, you must be shared. At times you feed on mortal memories; your wave carries us from tomb to tomb, stonecutter of icy sepulchers, and we weep transitory tears; your glorious spring dress is different, blood rises through the shoots, wind incites the day, nothing is left of your immutable soul. Wine stirs the spring, happiness bursts through the earth like a plant, walls crumble, and rocky cliffs, chasms close, as song is born. A jug of wine, and thou beside me in the wilderness, sang the ancient poet. Let the wine pitcher add to the kiss of love its own.
My darling, suddenly the line of your hip becomes the brimming curve of the wine goblet, your breast is the grape cluster, your nipples are the grapes, the gleam of spirits lights your hair, and your navel is a chaste seal stamped on the vessel of your belly, your love an inexhaustible cascade of wine, light that illuminates my senses, the earthly splendor of life.
But you are more than love, the fiery kiss, the heat of fire, more than the wine of life; you are the community of man, translucency, chorus of discipline, abundance of flowers. I like on the table, when we're speaking, the light of a bottle of intelligent wine. Drink it, and remember in every drop of gold, in every topaz glass, in every purple ladle, that autumn labored to fill the vessel with wine; and in the ritual of his office, let the simple man remember to think of the soil and of his duty, to propagate the canticle of the wine.Etiquetas: Pablo Neruda |
posted by Bishop @ 22:25 |
|
|