Pablo Neruda -Oda a la cascada- |
lunes, 21 de marzo de 2005 |
Oda a la cascada De pronto, un día me levanté temprano y te di una cascada. De todo lo que existe sobre la tierra, piedras, edificios, claveles, de todo lo que vuela en el aire, nubes, pájaros, de todo lo que existe bajo la tierra, minerales, muertos, no hay nada tan fugitivo, nada que cante como una cascada.
Ahí la tienes: ruge como leana blanca, brilla como la flor de fósforo, sueña con cada uno de tus sueños, canta en mi canto dándome pasajera platería. Pero trabaja y mueve la rueda de un molino y no sólo es herido crisantemo, sino realizadora de la harina, madre del pan que comes cada día.
Nunca te pesará lo que te ha dado porque siempre fue tuyo lo que te di, la flor o la madera, la palabra o el muro que sostienen todo el amor errante que reposa ardiendo en nuestros manos, pero de cuanto te di, te doy, te entrego, será esta secreta voz del agua la que un día dirá en su idioma cuanto tú y yo callamos, contará nuestros besos a la tierra, a la harina, seguirá moliendo trigo, noche, silencio, palabras, cuentos, canto.
Ode to the waterfall
Without a plan, one day, I rose early and gave you a waterfall. Among everything in existence on Earth: stones, buildings, carnations — among everything sailing through the air: clouds, birds — among everything here on the planet: minerals, the dead, there is nothing that slips away so smoothly. Nothing booms with song like a waterfall.
Open your eyes: there it roars like a white lioness, shines like a phosphorescent flower, dreams with each of your dreams. It is the song writing my song rewarding me with a silver shop in motion. But it also works, turning the wheel of a mill, it not only embodies a wounded crysthanthemum, but it also brings wheat to its reality. It is mother of the bread you celebrate each day.
What I have given you, will never be a burden, because what I gave you was always yours, the flower or the wood, the word or walls, food of fleeting love, resting or burning in our hands. But all I gave you, all I give you, all I extend to you, will contain this secret voice of water. One day, it will tell you in its own tongue the extent of our silence. It will roll our kisses to earth, to flour. It will continue to grind wheat, night, silence, words, stories, and song.
Translated by Maria JackettiEtiquetas: Pablo Neruda |
posted by Bishop @ 18:40 |
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