Pablo Neruda -Oda a la pereza- |
lunes, 21 de marzo de 2005 |
Oda a la pereza
Ayer sentí que la oda no subía del suelo. Era hora, debía por lo menos mostrar una hoja verde. Rasqué la tierra: “Sube, hermana oda -le dije- te tengo prometida, no me tengas miedo, no voy a triturarte, oda de cuatro hojas, oda de cuatro manos, tomarás té conmigo. Sube, te voy a coronar entre las odas, saldremos juntos, por la orilla del mar, en bicicleta. Fue inútil.
Entonces, en lo alto de los pinos, la pereza apareció desnuda, me llevó deslumbrado y soñoliento, me descubrió en la arena pequeños trozos rotos de sustancias oceánicas, maderas, algas, piedras, plumas de algas marinas. Busqué sin encontrar ágatas amarillas. El mar llenaba los espacios desmoronando torres, invadiendo las costas de mi patria, avanzando sucesivas catástrofes de espuma. Sola en la arena abría un rayo una corola. Vi cruzar los petreles plateados y como cruces negras los cormoranes clavados en las rocas. Liberté una abeja que agonizaba en un velo de araña, metí una piedrecita en un bolsillo, era suave, suavísima como un pecho de un pájaro, mientras tanto en la costa, toda la tarde, lucharon sol y niebla. A veces la niebla se impregnaba de luz como un topacio, otras veces caía un rayo de sol húmedo dejando caer gotas amarillas.
En la noche, pensando en los deberes de mi oda fugitiva, me saqué los zapatos junto al fuego, resbaló arena de ellos y pronto fui quedándome dormido.
Ode to laziness
Yesterday I felt that my ode wouldn't get up off the ground. It was time, it should at least show a green leaf. I scratched the earth: "Get up, sister ode" --I said to her-- "I promised to produce you, don't be scared of me, I'm not going to step on you, ode with four leaves, ode for four hands, you'll have tea with me. Get up, I will crown you among the odes, we'll go out to the sea shore on our bicycles." Nothing doing. Then, high up in the pines, laziness appeared naked, she led me off dazzled and sleepy, she showed me on the sand little broken pieces of material from the ocean, wood, seaweed, stones feathers of seabirds. I looked for yellow agates but didn't find any. The sea filled all spaces, crumbling towers, invading the coasts of my country, pushing forward successive catastrophes of foam. Alone on the sand a ray opened a ring of fire. I saw the silvered petrels cruise and like black crosses the cormorants nailed to the rocks. I set free a bee writhing in a spiderweb, I put a little stone in my pocket, it was smooth, very smooth like a birds' breast, meanwhile on the cost, all afternoon, sun and of wrestled. Sometimes the fog was pregnant with light like a topaz, at other times a moist ray of sun fell, and yellow drops fell after it.
At night, thinking about the duties of my fugitive ode, I took off my shoes by the fire, sand spilled from them and right away I was falling asleep.Etiquetas: Pablo Neruda |
posted by Bishop @ 23:25 |
|
|