Pablo Neruda -Oda a la sandía- |
lunes, 21 de marzo de 2005 |
Oda a la sandía El árbol del verano intenso, invulnerable, es todo cielo azul, sol amarillo, cansancio a goterones, es una espada sobre los caminos, un zapato quemado en las ciudades: la claridad, el mundo nos agobian, nos pegan en los ojos con polvareda, con súbitos golpes de oro, nos acosan los pies eon espinitas, con piedras calurosas, y la boca sufre más que todos los dedos: tienen sed la garganta, la dentadura, los labios y la lengua: queremos beber las cataratas, la noche azul, el polo, y entonces cruza el cielo el más fresco de todos los planetas, la redonda, suprema y celestial sandía. Es la fruta del árbol de la sed. Es la ballena verde del verano.
El universo seco de pronto tachonado por este firmamento de frescura deja caer la fruta rebosante: se abren sus hemisferios mostrando una bandera verde, blanca, escarlata que se disuelve en cascada, en azúcar, ¡en delicia!
¡Cofre de agua, plácida reina de la frutería, bodega de la profundidad, luna terrestre! ¡Oh pura, en tu abundancia se deshacen rubíes y uno quisiera morderte hundiendo en ti la cara, el pelo, el alma! Te divisamos en la sed como mina o montaña de espléndido alimento, pero te conviertes entre la dentadura y el deseo en sólo fresca luz que se deslie, en manantial que nos tocó cantando. Y así no pesas, sólo pasas y tu gran corazón de brasa fría se convirtió en el agua de una gota.
Ode to the Watermelon
The intense invulnerable tree of summer is all blue sky, yellow sun, huge drops of weariness. It is a sword over the roadways, a shoe burning in the cities: the clear shine, the world oppresses us, dust clouds assault our vision. With quick strokes of gold, our feet are vexed by small thorns, by burning stones, and the mouth suffers more than all the fingers: we thirst with the throat, teeth, lips, and tongue: we want to drink waterfalls, the blue night, the polar cap, and then, the freshest of all planets crosses the sky, the round, supreme and celestial watermelon. It is the fruit of refreshment's tree. It is the green whale of summer.
The dry universe, soon decorated with these fresh globes, lets the lush fruit cascade. The hemispheres open, displaying a flag of green, white, and scarlet, dissolving into torrents of sweetest ecstasy.
Coffer of water, placid queen of the fruit market, wine cellar of the deep, earthy moon! Oh pure one, rubies break apart in your abundance and we want to bite into you, immersing face, hair, and soul! Thirsty, we anticipate you: a mine or mountain of ambrosia, but between teeth and desire, you change into simple, fresh light melting into a spring, touching us with song. And so you do not weigh us down during the blistering siesta You do not add gravity, you only pass. And so your great heart of chilled coals became a drop of water.
Translated by Maria Jacketti Etiquetas: Pablo Neruda |
posted by Bishop @ 18:50 |
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