Federico García Lorca -Yerma- ¡Ay, qué prado de pena!- |
domingo, 18 de septiembre de 2005 |
Yerma
¡Ay, qué prado de pena!
¡Ay, qué prado de pena! ¡Ay, qué puerta cerrada a la hermosura!, que pido un hijo que sufrir, y el aire me ofrece dalias de dormida luna. Estos dos manantiales que yo tengo de leche tibia, son en la espesura de mi carne dos pulsos de caballo que hacen latir la rama de mi angustia. ¡Ay, pechos ciegos bajo mi vestido! ¡Ay, palomas sin ojos ni blancura! ¡Ay, qué dolor de sangre prisionera me está clavando avispas en la nuca! Pero tú has de venir, amor, mi niño, porque el agua da sal, la tierra fruta, y nuestro vientre guards tiernos hijos como la nube lleva dulce lluvia.
Yerma
Oh, what a field of sorrow!
Oh, what a field of sorrow! Oh, this is a door to beauty closed: to beg a son to suffer, and for the wind to offer dahlias of a sleeping moon! These two teeming springs I have of warm milk are in the closeness of my flesh two rhythms of a horse's gallop, to make vibrate the branch of my anguish. Oh, breasts, blind beneath my clothes! Oh, doves with neither eyes nor whiteness! Oh, what pain of imprisoned blood is nailing wasps at my brain's base! But you must come, sweet love, my baby, because water gives salt, the earth fruit, and our wombs guard tender infants, just as a cloud is sweet with rain.
Translated by James Graham-Lujan and Richard L. O’ConnellEtiquetas: Federico García Lorca |
posted by Bishop @ 12:10 |
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