1891
Apenas lo entreveo y ya lo pierdo.
Ajustado el decente traje negro,
La frente angosta y el bigote ralo,
Y con una chalina como todas,
Caina entre la gente de la tarde
Ensimismado y sin mirar a nadie.
En una esquina de la calle Piedras
Pide una caña brasilera. El hábito.
Alguien le grita adiós. No le contesta.
Hay en los ojos un rencor antiguo.
Otra cuadra. Una racha de milonga
Le llega desde un patio. Esos changangos
Están siempre amolando la paciencia,
Pero al andar se hamaca y no lo sabe.
Sube su mano y palpa la firmeza
Del puñal en la sisa del chaleco.
Va a cobrarse una deuda. Falta poco.
Unos pasos y el hombre se detiene.
En el zaguán hay una flor de cardo.
Oye el golpe del balde en el aljibe
Y una voz que conoce demasiado.
Empuja la cancel que aún está abierta
Como si lo esperaran. Esta noche
Tal vez ya lo habrán muerto.
1891
I just glimpse and lose him.
Correct black suit
with neckerchief,
narrow brow, sparse mustache,
on his way through the crowd in the evening
within himself looking at nobody.
At the corner of Piedras
he has a drink. Habit.
Someone shouts goodbye. No answer.
Old hate in his eyes.
Another block. A bit of milonga
reaches him from a yard. Cheap guitars
are always grinding his patience,
but his walk sways unnoticed.
His hand lifts to feel the firm
handle of the dagger in his vest.
Off to collect a debt. Not much more.
Some steps and he pauses.
In the passageway there's a blooming thistle.
A bucket bumps the cistern
and he hears a well-known voice.
The door is open
as if he was awaited. Tonight
perhaps he will have died.
Translated by Christopher Mulrooney
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