Llegada a Madrid de la Brigada Internacional
Una mañana de un mes frío,
De un mes agonizante, manchado por el lodo y por el humo,
Un mes sin rodillas, un triste mes de sitio y desventura,
Cuando a través de los cristales mojados de mi casa se oían los chacales africanos
Aullar con los rifles y los dientes llenos de sangre, entonces,
Cuando no teníamos más esperanza que un sueño de pólvora, cuando ya creíamos
Que el mundo estaba lleno sólo de monstruos devoradores y de furias,
Entonces, quebrando la escarcha del mes de frío de Madrid, en la niebla
Del alba
He visto con estos ojos que tengo, con este corazón que mira,
He visto llegar a los claros, a los dominadores combatientes
De la delgada y dura y madura y ardiente brigada de piedra.
Era el acongojado tiempo en que las mujeres
Llevaban una ausencia como un carbón terrible,
Y la muerte española, más ácida y aguda que otras muertes,
Llenaba los campos hasta entonces honrados por el trigo.
Por las calles la sangre rota del hombre se juntaba
Con el agua que sale del corazón destruido de las casas:
Los huesos de los niños deshechos, el desgarrador
Enlutado silencio de las madres, los ojos
Cerrados para siempre de los indefensos,
Eran como la tristeza y la pérdida, eran como un jardín esculpido,
Eran la fe y la flor asesinadas para siempre.
Camaradas,
Entonces
Os he visto,
Y mis ojos están hasta ahora llenos de orgullo
Porque os vi a través de la mañana de niebla llegar a la frente pura de Castilla
Silenciosos y firmes
Como campanas antes del alba,
Llenos de solemnidad y de ojos azules venir de lejos y lejos,
Venir de vuestros rincones, de vuestras patrias perdidas, de vuestros sueños
Llenos de dulzura quemada y de fusiles
A defender la ciudad española en que la libertad acorralada
Pudo caer y morir mordida por las bestias.
Hermanos, que desde ahora
Vuestra pureza y vuestra fuerza, vuestra historia solemne
Sea conocida del niño y del varón, de la mujer y del viejo,
Llegue a todos los seres sin esperanzas, baje a las minas corroídas por el aire sulfúrico,
Suba a las escaleras inhumanas del esclavo,
Que todas las estrellas, que todas las espigas de Castilla y del mundo
Escriban vuestro nombre y vuestra áspera lucha
Y vuestra victoria fuerte y terrestre como una encina roja.
Porque habéis hecho renacer con vuestro sacrificio
La fe perdida, el alma ausente, la confianza en la tierra,
Y por vuestra abundancia, por vuestra nobleza, por vuestros muertos,
Como por un valle de duras rocas de sangre
Pasa un inmenso río con palomas de acero y de esperanza.
The arrival in Madrid of the International Brigades
One morning in a cold month
In an agonizing month, spotted with mud and smoke
A month that wouldn't get on its knees, a sad besieged, unlucky month
When from beyond my wet window panes you could hear the jackals
Howling with their rifles and their teeth full of blood then
When we didn't have more hope than a dream of more gun powder, when we believed by then
That the world was full of nothing but devouring monsters and furies,
Then, breaking through the frost of that cold month in Madrid, in the early morning mist
I saw with my own eyes, with this heart which looks out
I saw the bright ones arrive, the victorious fighters
From that lean, hard, tested rock of a brigade.
Is was the troubled time when the women
Carried an emptiness like a terrible burning coal,
And Spanish death, sharper and more bitter than other deaths
Filled the fields which until then had been honored by wheat.
Through the streets the beaten blood of men had joined
With water flowing out of the destroyed hearts of houses
The bones of dismembered children, the piercing
Silence of women in mourning, the eyes
Of the defenseless closed forever,
It was like sadness and loss, like a spat-upon garden
Comrades,
Then
I saw you,
And my eyes even now are full of pride
Because I saw you arriving through the
Morning mist, coming to the pure brow of Spain
Silent and firm
Like bells before daybreak
So solemn with blue eyes coming from far, far away
coming from your corners, from your lost homelands,
from your dreams
Full of burning sweetness and guns
To defend the Spanish city where freedom was trapped
About to fall and be bitten by beasts.
Brothers, from now on
Your purity and your strength, your solemn story
Will be known by child and man, by woman and old one,
May it reach all beings who have no hope, may it descend into the mines corroded by sulphuric air,
May it climb the inhuman stairways to the slave
May all the stars, all the wheat stalks of Spain and the world
Write your name and your harsh struggle
And your victory, strong and earthy as a red oak tree.
Because you have given new birth by your sacrifice
To the lost faith, the empty soul, the confidence in the earth
And through your abundance, your nobility, your deaths,
Like through a valley of hard, bloody rocks
Passes an immense river of doves
Made of steel and hope.
Translated by Jodey Bateman
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