viernes, 18 de febrero de 2005

Pablo Neruda -Macchu Picchu- VI-

Macchu Picchu

VI.
Entonces en la escala de la tierra he subido
entre la atroz maraña de las selvas perdidas
hasta ti, Macchu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares,
por fin morada del que lo terrestre
no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas,
la cuna del relámpago y del hombre
se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la hebra dorada salió de la vicuña
a vestir los amores, los túmulos, las madres,
el rey, las oraciones, los guerreros.
Aquí los pies del hombre descansaron de noche
junto a los pies del águila, en las altas guaridas
carniceras, y en la aurora
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida,
y tocaron las tierras y las piedras
hasta reconocerlas en la noche o la muerte...
Y el aire entró con dedos
de azahar sobre todos los dormidos:
mil años de aire, meses, semanas de aire..
que fueron como suaves huracanes de pasos
lustrando el solitario recinto de las piedras.


Macchu Picchu

VI.
Then up the ladder of the earth I climbed
Through the barbed jungle’s thickets
Until I reached you, Macchu Picchu.
Tall city of stepped stone,
Home at long last of whatever earth
Had never hidden in her sleeping clothes.
In you two lineages that had run parallel
Met where the cradle of both man and light
Rocked in a wind of thorns
Mother of stone and sperm of condors.
High reef of the human dawn.
Spade buried in primordial sand.
This was the habitation, this is the site:
Here the fat grains of maize grew high
To fall again like red hail.
The fleece of the vicuna was carded here
To clothe men’s loves in gold, their tombs and mothers,
The king, the prayers, the warriors.
Up here men’s feet found rest at night
Near eagles’ talons in the high
Meat-stuffed eyries. And in the dawn
With thunder steps they trod the thinning mists,
Touching the earth and stones that they might recognize
That touch come night, come death...
And the air came in with lemon blossom fingers
To touch those sleeping faces:
A thousand years of air, months, weeks of air...
These came with gentle footstep hurricanes
Cleansing the lonely precinct of the stone.

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