Spanish Poems





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Poemas en Inglés es un blog que pretende acercar poemas de lengua inglesa al castellano
Sentences
"Por principio, toda traducción es buena. En cualquier caso, pasa con ellas lo que con las mujeres: de alguna manera son necesarias, aunque no todas son perfectas"

Augusto Monterroso

-La palabra mágica-

"Es imposible traducir la poesía. ¿Acaso se puede traducir la música?"

Voltaire

"Translating poetry is like making jewelry. Every word counts, and each sparkles with so many facets. Translating prose is like sculpting: get the shape and the lines right, then polish the seams later."

James Nolan

"La traducción destroza el espí­ritu del idioma"

Federico García Lorca
Pablo Neruda -Testamento de otoño-
sábado, 19 de febrero de 2005
Testamento de otoño

Entre morir y no morir
me decidí por la guitarra
y en esta intensa profesión
mi corazón no tiene tregua,
porque donde menos me esperan
yo llegaré con mi equipaje
a cosechar el primer vino
en los sombreros del otoño.

Entraré si cierran la puerta
y si me reciben me voy,
no soy de aquellos navegantes
que se extravían en el hielo:
yo me acomodo como el viento,
con las hojas más amarillas,
con los capítulos caídos
de los ojos de las estatuas
y si en alguna parte descanso
es en la propia nuez del fuego,
en lo que palpita y crepita
y luego viaja sin destino.

A lo largo de los renglones
habrás encontrado tu nombre,
lo siento muchísimo poco,
no se trataba de otra cosa
sino de muchísimo más,
porque eres y porque no eres
y esto le pasa a todo el mundo,
nadie se da cuenta de todo
y cuando se suman las cifras
todos éramos falsos ricos:
ahora somos nuevos pobres...

A quién dejo tanta alegría
que pululó por mis venas
y este ser y no ser fecundo
que me dio la naturaleza?
He sido un largo río lleno
de piedras duras que sonaban
con sonidos claros de noche,
con cantos oscuros de día
y a quién puedo dejarle tanto,
tanto qué dejar y tan poco,
una alegría sin objeto,
un caballo solo en el mar,
un telar que tejía viento?

Mis tristezas se las destino
a los que me hicieron sufrir,
pero me olvidé cuáles fueron,
y no sé dónde las dejé,
si las ven en medio del bosque
son como las enredaderas
suben del suelo con sus hojas
y terminan donde terminas,
en tu cabeza o en el aire,
y para que no suban más
hay que cambiar de primavera.

Anduve acercándome al odio,
son serios sus escalofríos,
sus nociones vertiginosas.
El odio es un pez espada,
se mueve en el agua invisible
y entonces se le ve venir,
y tiene sangre en el cuchillo:
lo desarma las transparencias.

Entonces para qué odiar
a los que tanto nos odiaron?...

Matilde Urrutia, aquí te dejo
lo que tuve y lo que no tuve,
lo que soy y lo que no soy.
Mi amor es un niño que llora:
no quiere salir de tus brazos,
yo te lo dejo para siempre:
eres para mí la más bella.

Eres para mí la más bella,
la más tatuada por el viento
como un arbolito del sur,
como un avellano en agosto.
Eres para mí suculenta
como una panadería,
es de tierra tu corazón,
pero tus manos son celestes.
Eres roja y eres picante,
eres blanca y eres salada
como escabeche de cebolla.
Eres un piano que ríe
con todas las notas del alma
y sobre mí cae la música
de tus pestañas y tu pelo.
Me baño en tu sombra de oro
y me deleitan tus orejas
como si las hubiera visto
en las mareas de coral...

De Sur a Sur se abren tus ojos
y de Este a Oeste tu sonrisa,
no se te pueden ver los pies
y el sol se entretiene estrellando
el amanecer en tu pelo.
Tu cuerpo y tu rostro llegaron,
como yo, de regiones duras,
de ceremonias lluviosas,
de antiguas tierras y martirios,
sigue cantando el Bío-Bío
en nuestra arcilla ensangrentada,
pero tú trajiste del bosque
todos los secretos perfumes
y esa manera de lucir
un perfil de flecha perdida,
una medalla de guerrero.
Tú fuiste mi vencedora
por el amor y por la tierra,
porque tu boca me traía
antepasados manantiales,
citas en bosques de otra edad,
oscuros tambores mojados:
de pronto oí que me llamaban,
era de lejos y de cuando
me acerqué al antiguo follaje
y besé mi sangre en tu boca,
corazón mío, mi araucana.

Qué puedo dejarte si tienes,
Matilde Urrutia, en tu contacto
ese aroma de hojas quemadas,
esa fragancia de frutillas
y entre tus dos pechos marinos
el crepúsculo de Cauquenes
y el olor de peumo de Chile?

Es el alto otoño del mar
lleno de niebla y cavidades,
la tierra se extiende y respira,
se le caen al mes las hojas.
Y tú inclinada en mi trabajo
con tu pasión y tu paciencia
deletreando las patas verdes,
las telarañas, los insectos
de mi mortal caligrafía.
O leona de pies pequeñitos,
qué haría sin tus manos breves,
dónde andaría caminando
sin corazón y sin objeto,
en qué lejanos autobuses,
enfermo de fuego o de nieve?

Te debo el otoño marino
con la humedad de las raíces
y el sol silvestre y elegante:
te debo este cajón callado
en que se pierden los dolores
y sólo suben a la frente
las corolas de la alegría.
Todo te lo debo a ti,
tórtola desencadenada,
mi codorniza copetona,
mi jilguero de las montañas,
mi campesina de Coihueco.

Alguna vez si ya no somos,
si ya no vamos ni venimos
bajo siete capas de polvo
y los pies secos de la muerte,
estaremos juntos, amor,
extrañamente confundidos.
Nuestras espinas diferentes,
nuestros ojos maleducados,
nuestros pies que no se encontraban
y nuestros besos indelebles,
todo estará por fin reunido,
pero de qué nos servirá
la unidad de un cementerio?

Que no nos separe la vida
y se vaya al diablo la muerte!...

Aquí me despido, señores,
después de tantas despedidas
y como no les dejo nada
quiero que todos toquen algo:
lo más inclemente que tuve,
lo más insano y más ferviente
vuelve a la tierra y vuelve a ser:
los pétalos de la bondad
cayeron como campanadas
en la boca verde del viento.

Pero yo recogí con creces
la bondad de amigos y ajenos.
Me recibía la bondad
por donde pase caminando
y la encontré por todas partes
como un corazón repartido.

Qué fronteras medicinales
no destronaron mi destierro compartiendo
conmigo el pan, el peligro, el techo y el vino?
El mundo abrió sus arboledas
y entré como Juan por su casa
entre dos filas de ternura.
Tengo en el Sur tantos amigos como los que
tengo en el Norte,
no se puede poner el sol
entre mis amigos del Este,
y cuántos son en el Oeste?
No puedo numerar el trigo...

En todas partes recogí
la miel que devoran los osos,
la sumergida primavera,
el tesoro de! elefante,
y eso se lo debo a los míos,
a mis parientes cristalinos.
El pueblo me identificó
y nunca dejé de ser pueblo.
Tuve en la palma de la mano
el mundo con sus archipiélagos
y como soy ir renunciable
no renuncié a mi corazón,
a las ostras ni a las estrellas.

De tantas veces que he nacido
tengo una experiencia salobre
como criatura del mar
con celestiales atavismos
y con destinación terrestre.
Y así me muevo sin saber
a qué mundo voy a volver
o si voy a seguir viviendo.
Mientras se resuelven las cosas
aquí dejé mi testimonio,
mi navegante estravagario
para que leyéndolo mucho
nadie pudiera aprender nada,
sino el movimiento perpetuo
de un hombre claro y confundido,
de un hombre lluvioso y alegre,
enérgico y otoño abundo.

Y ahora detrás de esta hoja
me voy y no desaparezco:
daré un salto en la transparencia
como un nadador del cielo,
y luego volveré a crecer
hasta ser tan pequeño un día
que el viento me llevará
y no sabré cómo me llamo
y no seré cuando despierte:

entonces cantaré en silencio.


Autumn testament

Between dying and not dying
I picked on the guitar
and in that dedication
my heart takes no respite,
for where I’m least expected
I turn up with my stuff
to gather the first wine
in the sombreros of autumn.

If they close the door, I’ll go in
if they greet me, I’ll be off.
I’m not one of those sailors
who flounder about on the ice.
I’m adaptable as the wind is,
with the yellowest leaves,
with the fallen histories
in the eyes of statues,
and if I come to rest anywhere,
it’s in the nub of the fire,
the throbbing crackling part
that flies off to nowhere.

Along the margins
you’ll have come across your name,
I don’t apologize,
it had to do with nothing
except almost everything,
for you do and you don’t exist-
that happens to everybody-
nobody realizes,
and when they add up the figures,
we’re not rich at all-
now we’re the new poor...

Has anyone been granted as much joy as I have
(it flows through my veins)
and this fruitful unfruitful mixture
that is my nature?
I’ve been a great flowing river
with hard ringing stones,
with clear night-noises,
with dark day-songs.
To whom can I leave so much,
so much and so little,
joy beyond its objects,
a lone horse by the sea,
a loom weaving the wind?

My own sorrows I leave to
all those who made me suffer
but by now I’ve forgotten them
and I don’t know where I lost them-
if they turn up in the forest
they’re like tangle weeds.
They grow from the ground up
and end where you end,
at your head, at the air-
to keep them from growing,
spring has to be changed.

I’ve come within range of hate.
Terrifying, its tremors,
its dizzying obsessions.
Hate’s like a swordfish
invisible in the water,
knifing suddenly into sight
with blood on its blade-
clear water misleads you.

Why, why do we hate so much
those who hate us?...

Matilde Urrutia, I’m leaving you here
all I had, all I didn’t have,
all I am, all I am not.
My love is a child crying,
reluctant to leave your arms,
I leave it to you forever-
you are my chosen one.

You are my chosen one,
more tempered by winds
than thin trees in the south,
a hazel in August,
for me you are as delicious
as a great bakery.
You have an earth heart
but your hands are from heaven.

You are red and spicy,
you are white and salty
like pickled onions,
you are a laughing piano
with every human note
and music runs over me
from your eyelashes and your hair.
I wallow in your gold shadow,
I’m enchanted by your ears
as though I had seen them before
in underwater coral...

Your eyes widen from south to south,
your smile goes east and west
your feet can hardly be seen,
and the sun takes pleasure
in dawning in your hair.
Your face and your body come from
hard places, as I do,
from rain-washed rituals,
ancient lands and martyrs.
The Bío-Bío still sings
in our bloodstained clay,
but you brought from the forest
every secret scent,
and the way your profile has of shining
like a lost arrow,
an old warrior’s medal.
You overcame me
with love and origins,
because your mouth brought back
ancient beginnings,
forest meetings from another time,
dark ancestral drums.
I suddenly heard myself summoned-
it was far away, vague.
I moved close to ancient foliage.
I touched my blood in your mouth,
dear love, my Araucana.

What can I leave you Matilde,
when you have at your touch
that aura of burning leaves,
that fragrance of strawberries,
and between your sea-breasts
the half-light of Cauquenes,
and the laurel-smell of Chile?

It is high autumn at sea,
full of mists and hidden places;
the land stretches and breathes,
leaves fall by the month.
And you, bent over my work,
with both passion and patience,
deciphering the green prints,
the spider webs, the insects
of my fateful handwriting.
Lioness on your little feet,
what would I do without the neat ways of your hands?
Where would I be wandering
with no heart, with no end?
On what faraway buses,
flushed with fire or snow?

I owe you marine autumn
with dankness at its roots
and the graceful sun of the country;
I owe you the silent space
in which sorrows lose themselves
and only the bright crown
of joy comes to the surface.
I owe you it all,
my unchained dove,
my crested quail,
my mountain finch,
my peasant from Coihueco.

Sometime, when we’ve stopped being,
stopped coming and going,
under seven blankets of dust
and the dry feet of death,
we’ll be close again, love,
curious and puzzled.
Our different feathers,
our bumbling eyes,
our feet which didn’t meet
and our printed kisses,
all will be back together,
but what good will it do us,
the closeness of a grave?

Let life not separate us;
and who cares about death?

So I’m saying good-bye, gentlemen,
after so many farewells;
and since I’m leaving nothing,
I want everyone to have something;
the stormiest thing I had,
the craziest and most seething
comes back to earth, comes back to life.
The petals of well-wishing
fell like bells
in the green mouth of the wind.

But I’ve had in abundance
the bounty of friends of strangers.
I’ve found generosity
wherever my ways took me
and I found it everywhere
like a shared-out heart.

Nor did medicinal frontiers
every upset my exile-
they shared bread with me, danger, shelter, wine.
The world threw open its orchards
and I went in, like Jack to his house,
between two rows of tenderness.
I have as many friends in the South
as I have in the North,
the sun could never set
on my friends in the East-
and how many in the West?
I can’t count the wheat...

Everywhere I gathered
the honey that bears devour,
the secret stirrings of spring,
the treasure of the elephants,
and that I leave to my own ones,
the clear stream of my family.
The people defined me
and I never stopped being one of them.
I held in the palm of my hand
the world with its archipelagoes
and since I can’t be denied,
I never denied by heart,
or oysters, or stars.
From having been born so often
I have salty experience
like creatures of the sea
with a passion for stars

and an earthy destination.
And so I move without knowing
to which world I’ll be returning
or if I’ll go on living.
While things are settling down,
here I’ve left my testament,
my shifting extravagaria,
so whoever goes on reading it
will never take in anything
except the constant moving
of a clear and bewildered man,
a man rainy and happy,
lively and autumn-minded.

And now I’m going behind
this page, but not disappearing.
I’ll dive into clear air
like a swimmer in the sky,
and then get back to growing
till one day I’m so small
that the wind will take me away
and I won’t know my own name
and I won’t be there when I wake.

Then I will sing in the silence.

Translated by Alastair Reid

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Pablo Neruda -Donde estará la Guillermina-
Donde estará la Guillermina

¿Dónde estará la Guillermina?
Cuando mi hermana la invitó
y yo salí a abrirle la puerta,
entró el sol, entraron estrellas,
entraron dos trenzas de trigo
y dos ojos interminables.
Yo tenía catorce años
y era orgullosamente oscuro,
delgado, ceñido y fruncido,
funeral y ceremonioso:
yo vivía con las arañas
humedecido por el bosque
me conocían los coleópteros
y las abejas tricolores,
yo dormía con las perdices sumergido
bajo la menta.
Entonces entró la Guillermina
con dos relámpagos azules
que me atravesaron el pelo
y me clavaron como espadas
contra los muros del invierno.
Esto sucedió en Temuco.
Allá en el Sur, en la frontera.
Han pasado lentos los años
pisando como paquidermos,
ladrando como zorros locos,
han pasado impuros los años
crecientes, raídos, mortuorios,
y yo anduve de nube en nube,
de tierra en tierra, de ojo en ojo,
mientras la lluvia en la frontera
caía, con el mismo traje.
Mi corazón ha caminado
con intransferibles zapatos,
y he digerido las espinas:
no tuve tregua donde estuve:
donde yo pegué me pegaron,
donde me mataron caí
y resucité con frescura
y luego y luego y luego y luego,
es tan largo contar las cosas.
No tengo nada que añadir.
Vine a vivir en este mundo.
¿Dónde estará la Guillermina?


Where can Guillermina be?

Where can Guillermina be?
When my sister invited her
and I went out to open the door,
the sun came in, the stars came in,
two tresses of wheat came in
and two inexhaustible eyes.
I was fourteen years old,
brooding, and proud of it,
slim, lithe and frowning,
funereal and formal.
I lived among the spiders,
dank from the forest,
the beetles knew me,
and the three-colored bees.
I slept among partridges,
hidden under the mint.
Then Guillermina entered
with her blue lightning eyes
which swept across my hair
and pinned me like swords
again the wall of winter.
That happened in Temuco,
there in the South, on the frontier.
The years have passed slowly,
pacing like pachyderms,
barking like crazy foxes.
The soiled years have passed,
waxing, worn, funereal,
and I walked from cloud to cloud,
from land to land, from eye to eye,
while the rain on the frontier
fell in its same grey shape.
My heart has traveled
in the same pair of shoes,
and I have digested the thorns.
I had no rest where I was:
where I hit out, I was struck,
where they murdered me I fell;
and I revived, as fresh as ever,
and then and then and then and then-
it all takes so long to tell.
I have nothing to add.
I came to live in this world.
Where can Guillermina be?

Translated by Alastair Reid

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posted by Bishop @ 3:10   0 comments
Pablo Neruda -El pie desde su niño-
El pie desde su niño

El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana.
Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,
y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,
que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces
fue derrotado, cayó en la batalla,
fue prisionero, condenado a vivir en un zapato.
Poco a poco sin luz fue conociendo el mundo
a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.
Aquellas suaves uñas de cuarzo, de racimo,
se endurecieron, se mudaron
en opaca sustancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño
se aplastaron, se desequilibraron,
tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron, se cubrieron
con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.
Pero este ciego anduvo sin tregua, sin parar
hora tras hora, el pie y el otro pie,
ahora de hombre o de mujer,
arriba, abajo, por los campos, las minas,
los almacenes y los ministerios,
atrás, afuera, adentro, adelante,
este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo de estar desnudo
en el amor o el sueño, caminó,
caminaron hasta que el hombre entero se detuvo.
Y entonces a la tierra bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera ser manzana.


To the foot from its child

The child’s foot is not yet aware it’s a foot,
and would like to be a butterfly or an apple.
But in time, stones and bits of glass,
streets, ladders,
and the paths in the rough earth
go on teaching the foot that it cannot fly,
cannot be a fruit bulging on the branch.
Then, the child’s foot
is defeated, falls in the battle,
is a prisoner condemned to live in a shoe.
Bit by bit, in that dark,
it grows to know the world in its own way,
out of touch with its fellow, enclosed,
feeling out life like a blind man.
These soft nails of quartz, bunched together,
grow hard, and change themselves
into opaque substance, hard as horn,
and the tiny, petal toes of the child
grow bunched and out of trim,
take on the form of eyeless reptiles
with triangular heads, like worms.
Later, they grow callused and are covered
with the faint volcanoes of death,
a coarsening hard to accept.
now the man’s, now the woman’s,
up above, down below, through fields, mines,
markets, and ministries,
backwards, far a field, inward, forward,
this foot toils in its shoe,
scarcely taking time to bare itself
in love or sleep; it walks,
they walk, until the whole man chooses to stop.
And then it descended underground, unaware,
for there everything, everything was dark.
It never knew it had ceased to be a foot
or if they were burying it so that it could fly
or so that it could become an apple.

Translated by Alastair Reed

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Pablo Neruda -I ask for silence-
Pido silencio

Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raices preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.


I ask for silence

Now leave me in peace
and learn to do without me.

I am going to close my eyes.

And I want five things only,
five chosen roots.

Once is an endless love.

The second is to see the autumn.
I cannot be if the leaves
don't fly and fall to earth.

The third is the solemn winter,
the rain I loved, the caress
of fire on the wild coldness.

In fourth place, summer
plump as a watermelon.

The fifth thing is your eyes.
Matilde, my dear love,
I will not sleep without your eyes,
I do not want to be if you're not looking at me:
I'd give up spring
for you to keep on looking at me.

That, friends, is all I want.
Nearly nothing, and almost everything.

Now you can go if you wish.

I have lived so much that some day
you will have to forget me forcibly,
rubbing me off the blackboard:
My heart went on forever.

But because I ask for silence,
don’t think that I’m going to die.
On the contrary:
It happens that I'm going to live.

It happens that I am, and I'm going on.

So it will only be inside me
that grains will grow,
first the sprouts thrusting through
the earth to see the light,
but mother Earth is dark:
and inside I am dark:
I am like a well on whose water
night leaves its stars
to go on alone across the fields.

It’s a question of having lived so much
that I want to live that much more.

I never felt my voice so clear,
never so rich in kisses.

Now, as always, it is early.
Light flies with its bees.

Let me alone with the day.
I ask leave to be born.

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Pablo Neruda -Educación del cacique-
viernes, 18 de febrero de 2005
Educación del cacique

Lautaro era una flecha delgada.
Elástico y azul fué nuestro padre.
Fué su primera edad solo silencio.
Su adolescenencia fué dominio.
Su juventud fué un viento dirigido.
Se preparaó como una larga lanza.
Acostumbró los pies en las cascadas.
Educó la cabeza en las espinas.
Ejecutó las pruebas del guanaco.
Vivió en las madrigueras de la nieve.
Acechó la comida de las águilas.
Araño los secretos del peñasco.
Entretuvo los pétalos del fuego.
Se amamantó de primavera fría.
Se quemó en las gargantas infernales.
Fué cazador entre las aves crueles.
Se tiñeron sus mantos de victories.
Leyó las agresiones de la noche.
Sostuvo los derunbes del azufre.

Se hizo velocidad, luz repentina.

Tomó las lentitudes del Otoño.
Trabajó en las guaridas invisibles.
Durmió en las sábanas del ventisquero.
Igualó la conducta de las flechas.
Bebió la sangre agreste en los caminos.
Arrebató el tesoro de las olas.
Se hizo amenaza como un dios sombrió.
Comió en cada cocina de su pueblo.
Aprendió el alfabeto del relámpago.
Olfateó las cenizas esparcidas.
Envolvió el corazón con pieles negras.
Descifró el espiral hilo del humo.
Se construyó de fibras taciturnas.
Se aceitó como el alma de la oliva.
Se hizo crystal de transparencia dura.

Estudió para viento huracanado.
Se combatió hasta apagar la sangre.

Sólo entonces fué digno de su pueblo.


Education of the chieftain

Lautaro* was a slender arrow.
Supple and blue was our father.
His first years were all silence.
His adolescence authority.
His youth an aimed wind.
He trained himself like a long lance.
He habituated his feet in cascades.
He schooled his head among thorns.
He executed the essays of the guanaco.
He lived in the burrows of the snow.
He ambushed the prey of eagles.
He scratched the secrets from crags.
He allayed the petals of fire.
He suckled cold springtime.
He burned in infernal gorges.
He was a hunter among cruel birds.
His mantle was stained with victories.
He perused the night’s aggressions.
He bore the sulphur landslides.

He made himself velocity, sudden light.

He took on the sluggishness of Autumn.
He worked with the invisible haunts.
He slept under the sheets of snowdrifts.
He equaled the conduct of arrows.
He drank wild blood on the roads.
He wrested treasure from the waves.
He made himself menace, like a somber god.
He ate from each fire of his people.
He learned the alphabet of the lightning.
He scented the scattered ash.
He wrapped his heart in black skins.
He deciphered the spiral thread of smoke.
He made himself out of taciturn fibres.
He oiled himself like the soul of the olive.
He became glass of transparent hardness.

He studied to be a hurricane wind.
He fought himself until his blood was extinguished.

Only then was he worthy of his people.

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- XII-
Macchu Picchu

XII.
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.

Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.

Apegadme los cuerpos como imanes.

Acudid a mis venas y a mi boca.

Hablad por mis palabras y mi sangre.


Macchu Picchu

XII.
Arise to birth with me, my brother.
Give me your hand out of the depths
sown by your sorrows.
You will not return from these stone fastnesses.
You will not emerge from subterranean time.
Your rasping voice will not come back,
nor your pierced eyes rise from their sockets.
Look at me from the depths of the earth,
tiller of fields, weaver, reticent shepherd,
groom of totemic guanacos,
mason high on your treacherous scaffolding,
iceman of Andean tears,
jeweler with crushed fingers,
farmer anxious among his seedlings,
potter wasted among his clays-
bring to the cup of this new life
your ancient buried sorrows.
Show me your blood and your furrow;
say to me: here I was scourged
because a gem was dull or because the earth
failed to give up in time its tithe of corn or stone.
Point out to me the rock on which you stumbled,
the wood they used to crucify your body.
Strike the old flints to kindle ancient lamps,
light up the whips glued to your wounds throughout the
centuries, and light the axes gleaming with your blood.
I come to speak for your dead mouths.
Throughout the earth
let dead lips congregate,
out of the depths spin this long night to me
as if I rode at anchor here with you.
And tell me everything, tell chain by chain,
and link by link, and step by step;
sharpen the knives you kept hidden away,
thrust them into my breast, into my hands,
like a torrent of sunbursts,
an Amazon of buried jaguars,
and leave me cry: hours, day and years,
blind ages, stellar centuries.

And give me silence, give me water, hope.

Give me the struggle, the iron, the volcanoes.

Let bodies cling like magnets to my body.

Come quickly to my veins and to my mouth.

Speak through my speech, and through my blood.

Translated by Nathaniel Tarn

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- XI-
Macchu Picchu

XI.
A través del confuso esplendor,
a través de la noche de piedra, déjame hundir la mano
y deja que en mí palpite,
como un ave mil años prisionera,
el viejo corazón del olvidado!
Déjame olvidar hoy esta dicha,
que es más ancha que el mar,
porque el hombre es más ancho que el mar
y que sus islas,
y hay que caer en él como en un pozo
para salir del fondo
con un ramo de agua secreta y de verdades sumergidas.
Déjame olvidar, ancha piedra, la proporción poderosa,
la trascendente medida, las piedras del panal,
y de la escuadra déjame hoy resbalar
la mano sobre la hipotenusa de áspera sangre y cilicio.
Cuando, como una herradura de élitros rojos,
el cóndor furibundo
me golpea las sienes en el orden del vuelo
y el huracán de plumas carniceras barre el polvo sombrío
de las escalinatas diagonales, no veo a la bestia veloz,
no veo el ciego ciclo de sus garras,
veo el antiguo ser, servidor, el dormido
en los campos, veo un cuerpo, mil cuerpos,
un hombre, mil mujeres,
bajo la racha negra, negros de lluvia y noche,
con la piedra pesada de la estatua:
Juan Cortapiedras, hijo de Wiracocha,
Juan Comefrío, hijo de estrella verde,
Juan Piesdescalzos, nieto de la turquesa,
sube a nacer conmigo, hermano.


Macchu Picchu

XI.
Through a confusion of splendor,
through a night made stone let me plunge my hand
and move to beat in me
a bird held for a thousand years,
the old and unremembered human heart!
Today let me forget this happiness,
wider than all the sea,
because man is wider than all the sea
and her necklace of islands
and we must fall into him as down a well
to clamber back
with branches of secret water, recondite truths.
Allow me to forget, circumference of stone,
the powerful proportions,
the transcendental span, the honeycomb’s foundations,
and from the set-square allow my hand to slide
down a hypotenuse of hair shirt and salt blood.
When, like a horseshoe of rusting wing-cases,
the furious condor batters my temples in the order of
flight and his tornado of carnivorous feathers sweeps the
dark dust down slanting stairways,
I do not see the rush of the bird,
nor the blind sickle of his talons-
I see the ancient being, the slave, the sleeping one,
blanket his field- a body, a thousand bodies, a man,
a thousand women swept by the sable whirlwind,
charred with rain and night,
stoned with a leaden weight of statuary:
Juan Splitstones, son of Wiracocha,
Juan Coldbelly, heir of the green star,
Juan Barefoot, grandson to the turquoise,
rising to birth with me, as my own brother.

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- X-
Macchu Picchu

X.
Piedra en la piedra, el hombre, dónde estuvo?
Aire en el aire, el hombre, dónde estuvo?
Tiempo en el tiempo, el hombre, dónde estuvo?
Fuiste también el pedacito roto
de hombre inconcluso, de águila vacía
que por las calles de hoy, que por las huellas,
que por las hojas del otoño muerto
va machacando el alma hasta la tumba?
La pobre mano, el pie, la pobre vida...
Los días de la luz deshilacliada
en ti, como la lluvia
sobre las banderillas de la fiesta,
dieron pétalo a pétalo de su alimento oscuro
en la boca vacía?

Hambre, coral del hombre,
hambre, planta secreta, raíz de los leñadores,
hambre, subió tu raya de arrecife
hasta estas altas torres desprendidas?

Yo te interrogo, sal de los caminos,
muéstrame la cuchara, déjame, arquitectura,
roer con un palito los estambres de piedra,
subir todos los escalones del aire hasta el vacío,
rascar la entraña hasta tocar el hombre.

Macchu Picchu, pusiste
piedra en la piedra, y en la base, harapos?
Carbón sobre carbón, y en el fondo la lágrima?
Fuego en el oro, y en él, temblando el rojo
goterón de la sangre?
Devuélveme el esclavo que enterraste!
Sacude de las tierras el pan duro
del miserable, muéstrame los vestidos
del siervo y su ventana.
Dime cómo durmió cuando vivía.
Dime si fue su sueño
ronco, entreabierto, como un hoyo negro
hecho por la fatiga sobre el muro.
El muro, el muro! Si sobre su sueño
gravitó cada piso de piedra, y si cayó bajo ella
como bajo una luna, con el sueño!
Antigua América, novia sumergida,
también tus dedos,
al salir de la selva hacia el alto vacío de los dioses,
bajo los estandartes nupciales de la luz y el decoro,
mezclándose al trueno de los tambores y de las lanzas,
también, también tus dedos,
los que la rosa abstracta y la línea del frío, los
que el pecho sangriento del nuevo cereal trasladaron
hasta la tela de materia radiante, hasta las duras cavidades,
también, también, América enterrada, guardaste en lo más bajo,
en el amargo intestino, como un águila, el hambre?


Macchu Picchu

X.
Stone within stone, and man, where was he?
Air within air, and man, where was he?
Time within time, and man, where was he?
Were you also the shattered fragment
of indecision, of hollow eagle
which, through the streets of today, in the old tracks,
through the leaves of accumulated autumns,
goes pounding at the soul into the tomb?
Poor hand, poor foot, and poor, dear life...
The days of unraveled light
in you, familiar rain
falling on feast-day banderillas,
did they grant, petal by petal, their dark nourishment
to such an empty mouth?

Famine, coral of mankind,
hunger, secret plant, root of the woodcutters,
famine, did your jagged reef dart up
to those high, side-slipping towers?

I question you, salt of the highways,
show me the trowel; allow me, architecture,
to fret stone stamens with a little stick,
climb all the steps of air into the emptiness,
scrape the intestine until I touch mankind.

Macchu Picchu, did you lift
stone above stone on a groundwork of rags?
coal upon coal and, at the bottom, tears?
fire-crested gold, and in that gold, the bloat
dispenser of this blood?
Let me have back the slave you buried here!
Wrench from these lands the stale bread
of the poor, prove me the tatters
of the serf, point out his window.
Tell me how he slept when alive,
whether he snored,
his mouth agape like a dark scar
worn by fatigue into the wall.
that wall, that wall! If each stone floor
weighted down his sleep, and if he fell
beneath them, as if beneath a moon, with all that sleep!
Ancient America, bride of her veil of sea,
your fingers also,
from the jungle’s edges to the rare height of gods,
under the nuptial banners of light and reverence,
blending with thunder from the drums and lances,
your fingers, your fingers also-
that bore the rose in mind and hairline of the cold,
the blood-drenched breast of the new crops translated
into the radiant weave of matter and adamantine hollows-
with them, with them, buried America,
were you in that great depth,
the bilious gut, hoarding the eagle hunger?

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- IX-
Macchu Picchu

IX.
Águila sideral, viña de bruma.
Bastión perdido, cimitarra ciega.
Cinturón estrellado, pan solemne.
Escala torrencial, párpado inmenso.
Túnica triangular, polen de piedra.
Lámpara de granito, pan de piedra.
Serpiente mineral, rosa de piedra.
Nave enterrada, manantial de piedra.
Caballo de la luna, luz de piedra.
Escuadra equinoccial, vapor de piedra.
Geometría final, libro de piedra.
Témpano entre las ráfagas labrado.
Madrépora del tiempo sumergido.
Muralla por los dedos suavizada.
Techumbre por las plumas combatida.
Ramos de espejo, bases de tormenta.
Tronos volcados por la enredadera.
Régimen de la garra encarnizada.
Vendaval sostenido en la vertiente.
Inmóvil catarata de turquesa.
Campana patriarcal de los dormidos.
Argolla de las nieves dominadas.
Hierro acostado sobre sus estatuas.
Inaccesible temporal cerrado.
Manos de puma, roca sanguinaria.
Torre sombrera, discusión de nieve.
Noche elevada en dedos y raíces.
Ventana de las nieblas, paloma endurecida.
Planta nocturna, estatua de los truenos.
Cordillera esencial, techo marino.
Arquitectura de águilas perdidas.
Cuerda del cielo, abeja de la altura.
Nivel sangriento, estrella construida.
Burbuja mineral, luna de cuarzo.
Serpiente andina, frente de amaranto.
Cúpula del silencio, patria pura.
Novia del mar, árbol de catedrales.
Ramo de sal, cerezo de alas negras.
Dentadura nevada, trueno frío.
Luna arañada, piedra amenazante.
Cabellera del frío, acción del aire.
Volcán de manos, catarata oscura.
Ola de plata, dirección del tiempo.


Macchu Picchu

IX.
Interstellar eagle, vine-in-a-mist.
Forsaken bastion, blind scimitar.
Orion belt, ceremonial bread.
Torrential stairway, immeasurable eyelid.
Triangular tunic, pollen of stone.
Granite lamp, bread of stone.
Mineral snake, rose of stone.
Ship-burial, source of stone.
Horse in the moon, stone light.
Equinoctial quadrant, vapor of stone.
Ultimate geometry, book of stone.
Iceberg carved among squalls.
Coral of sunken time.
Finger-softened rampart.
Feather-assaulted roof.
Mirror splinters, thunderstorm foundations.
Thrones ruined by the climbing vine.
The blood-flecked talon’s law.
Gale at a standstill on a slope.
Still turquoise cataract.
Patriarchal chiming of the sleepers.
Manacle of subjugated snows.
Iron tilting toward statues.
Storm inaccessible and closed.
Puma paws, bloodstone.
Towering shadow, convocation of snows.
Night hoisted upon fingers and roots.
Window of the mists, heartless dove.
Nocturnal foliage, icon of thunderclaps.
Cordillera spine, oceanic roof.
Architecture of stray eagles.
Sky rope, climax of the drone.
Blood level, constructed star.
Mineral bubble, moon of quartz.
Andean serpent, amaranthine brow.
Dome of silence, unsullied home.
Sea bride, cathedral timber.
Branch of salt, black-winged cherry tree.
Snowcapped teeth, chill thunder.
Scarred moon, menacing stone.
Hair of the cold, friction of wind.
Volcano of hands, dark cataract.
Silver wave. Destination of time.

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- VIII-
Macchu Picchu

VIII.
Sube conmigo, amor americano.

Besa conmigo las piedras secretas.
La plata torrencial del Urubamba
hace volar el polen a su copa amarilla.

Vuela el vacío de la enredadera,
la planta pétrea, la guirnalda dura
sobre el silencio del cajón serrano.
Ven, minúscula vida, entre las alas
de la tierra, mientras -cristal y frío, aire golpeado-
apartando esmeraldas combatidas,
oh agua salvaje, bajas de la nieve.

Amor, amor, hasta la noche abrupta,
desde el sonoro pedernal andino,
hacia la aurora de rodillas rojas,
contempla el hijo ciego de la nieve.

Oh, Wilkamayu de sonoros hilos,
cuando rompes tus truenos lineales
en blanca espuma, como herida nieve,
cuando tu vendaval acantilado
canta y castiga despertando al cielo,
qué idioma traes a la oreja apenas
desarraigada de tu espuma andina?

Quién apresó el relámpago del frío
y lo dejó en la altura encadenado,
repartido en sus lágrimas glaciales,
sacudido en sus rápidas espadas,
golpeando sus estambres aguerridos,
conducido en su cama de guerrero,
sobresaltado en su final de roca?

Qué dicen tus destellos acosados?
Tu secreto relámpago rebelde
antes viajó poblado de palabras?
Quién va rompiendo sílabas heladas,
idiomas negros, estandartes de oro,
bocas profundas, gritos sometidos,
en tus delgadas aguas arteriales?

Quién va cortando párpados florales
que vienen a mirar desde la tierra?
Quién precipita los racimos muertos
que bajan en tus manos de cascada
a desgranar su noche desgranada
en el carbón de la geología?

Quién despeña la rama de los vínculos?
Quién otra vez sepulta los adioses?

Amor, amor, no toques la frontera,
ni adores la cabeza sumergida:
deja que el tiempo cumpla su estatura
en su salón de manantiales rotos,
y, entre el agua veloz y las murallas,
recoge el aire del desfiladero,
las paralelas láminas del viento,
el canal ciego de las cordilleras,
el áspero saludo del rocío,
y sube, flor a flor, por la espesura,
pisando la serpiente despeñada.

En la escarpada zona, piedra y bosque,
polvo de estrellas verdes, selva clara,
Mantur estalla como un lago vivo
o como un nuevo piso del silencio.

Ven a mi propio ser, al alba mía,
hasta las soledades coronadas.
(...)


Macchu Picchu

VIII.
Come up with me, American love.

Kiss these secret stones with me.
The torrential silver of the Urubamba
Makes the pollen fly to its golden cup.

The hollow of the bindweed’s maze
The petrified plant, the inflexible garland,
Soar above the silence of these mountain coffers.
Come, diminutive life, between the wings
Of the earth, while you, cold, crystal in the hammered air
Thrusting embattled emeralds apart,
Oh save waters, fall from the hems of snow.

Love, love, until the night collapses
From the singing Andes flint
Down to the dawn’s red knees,
Come out and contemplate the snow’s blind son.
Oh, Wilkamayu of the sounding looms,
When you rend your skeins of thunder
In white foam clouds of wounded snow,

When your south wind falls like an avalanche
Roaring and belting to arouse the sky,
What language do you wake in an ear
Freed but a moment from your Andean spine?

Who caught the lightning of the cold,
Abandoned it, chained to the heights,
Dealt out among its frozen tears,
Brandished upon its nimble swords-
Its seasoned stamens pummeled hard-
Led to a warrior’s bed,
Hounded to his rocky conclusions?

What do your harried scintillations whisper?
Did your sly, rebellious flash
Go traveling once, populous with words?
Who wanders grinding frozen syllables,
Black languages, gold-threaded banners,
Fathomless mouths and trampled cries
In your tenuous arterial waters?

Who goes dead-heading blossom eyelids
Come to observe us from the far earth?
Who scatters dead seed clusters
Dropping from your cascading hands
To bed their own disintegration here
In coal’s geology?...

Love, love, do not come near the border,
Avoid adoring this sunken head:

Let time exhaust all measure
In its abode of broken overtures-
Here, between cliffs and rushing waters,
Take to yourself the air among these passes,
The laminated image of the wind,
The blind canal threading high cordilleras,
Dew with its bitter greetings,
And climb, flower by flower, through the thicknesses
Trampling the coiling Lucifer.

In this steep zone of flint and forest,
Green stardust, jungle-clarified,
Mantur, the valley, cracks like a living lake
Or a new level of silence.

Come to my very being, to my own dawn,
Into crowned solitudes.
(...)

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- VII-
Macchu Picchu

VII.
(...)
Cuando la mano de color de arcilla
se convirtió en arcilla, y cuando los pequeños
párpados se cerraron
llenos de ásperos muros, poblados de castillos,
y cuando todo el hombre se enredó en su agujero,
quedó la exactitud enarbolada: el alto sitio
de la aurora humana:
la más alta vasija que contuvo el silencio:
una vida de piedra después de tantas vidas.


Macchu Picchu

VII.
(...)
On the day the clay-colored hand
was utterly changed into clay, and when dwarf
eyelids closed
upon bruised walls and hosts of battlements,
when all of man cringed back into his burrow
there remained a precision unfurled on the high places
of the human dawn,
the tallest crucible that ever held our silence:
a life of stone after so many lives.

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- VI-
Macchu Picchu

VI.
Entonces en la escala de la tierra he subido
entre la atroz maraña de las selvas perdidas
hasta ti, Macchu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares,
por fin morada del que lo terrestre
no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas,
la cuna del relámpago y del hombre
se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la hebra dorada salió de la vicuña
a vestir los amores, los túmulos, las madres,
el rey, las oraciones, los guerreros.
Aquí los pies del hombre descansaron de noche
junto a los pies del águila, en las altas guaridas
carniceras, y en la aurora
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida,
y tocaron las tierras y las piedras
hasta reconocerlas en la noche o la muerte...
Y el aire entró con dedos
de azahar sobre todos los dormidos:
mil años de aire, meses, semanas de aire..
que fueron como suaves huracanes de pasos
lustrando el solitario recinto de las piedras.


Macchu Picchu

VI.
Then up the ladder of the earth I climbed
Through the barbed jungle’s thickets
Until I reached you, Macchu Picchu.
Tall city of stepped stone,
Home at long last of whatever earth
Had never hidden in her sleeping clothes.
In you two lineages that had run parallel
Met where the cradle of both man and light
Rocked in a wind of thorns
Mother of stone and sperm of condors.
High reef of the human dawn.
Spade buried in primordial sand.
This was the habitation, this is the site:
Here the fat grains of maize grew high
To fall again like red hail.
The fleece of the vicuna was carded here
To clothe men’s loves in gold, their tombs and mothers,
The king, the prayers, the warriors.
Up here men’s feet found rest at night
Near eagles’ talons in the high
Meat-stuffed eyries. And in the dawn
With thunder steps they trod the thinning mists,
Touching the earth and stones that they might recognize
That touch come night, come death...
And the air came in with lemon blossom fingers
To touch those sleeping faces:
A thousand years of air, months, weeks of air...
These came with gentle footstep hurricanes
Cleansing the lonely precinct of the stone.

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Pablo Neruda -Macchu Picchu- III-
Macchu Picchu

III.
El ser como el maíz se desgranaba en el inacabable
granero de los hechos perdidos, de los acontecimientos
miserables, del uno al siete, al ocho,
y no una muerte, sino muchas muertes, llegaba a cada uno:
cada día una muerte pequeña, polvo, gusano, lámpara
que se apaga en el lodo del suburbio, una pequeña muerte de alas gruesas
entraba en cada hombre como una corta lanza
y era el hombre asediado del pan o del cuchillo,
el ganadero: el hijo de los puertos, o el capitán oscuro del arado,
o el roedor de las calles espesas:
todos desfallecieron esperando su muerte, su corta muerte diaria:
y su quebranto aciago de cada día era como una copa negra que bebían temblando.


Macchu Picchu

III.
Being, like maize, is shelled in an infinite
granary of misplaced efforts, of miserable
happenings, the one out of seven, out of eight,
and not one dead, but many deaths approaching each one:
each day a small death, dust, maggot, lamp
shut off in the sludge of the outskirts of town, a small death of rough wings
was thrust into every man like a short lance
and the man was inundated with bread or with knife,
the cattleman: the son of ports, or the dark captain of the plough,
or the rat of the reflective roads:
They weakened waiting for death, the short daily death:
and the fateful deterioration of each day was like a black cup from they drank, trembling.

Translated by Robert Bly

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Pablo Neruda -Vegetaciones-
Vegetaciones

A las tierras sin nombres y sin números
bajaba el viento desde otros caminos,
traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados
devolvía las flores y las vidas.
En la fertilidad crecía el tiempo.
El jacarandá elevaba espuma
hecha de resplandores transmarinos,
la araucaria de lanzas erizadas
era la magnitud contra la nieve,
el primordial árbol caoba
desde su copa destilaba sangre,
y al Sur de los alerces,
el árbol trueno, el árbol rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre,
el ceibo bermellón, el árbol caucho,
eran volumen terrenal, sonido,
eran territoriales existencias.
Un nuevo aroma propagado
llenaba, por los intersticios
de la tierra, las respiraciones
convertidas en humo y fragancia:
el tabaco silvestre alzaba
su rosal de aire imaginario.
Como una lanza terminada en fuego
apareció el maíz, y su estatura
se desgranó y nació de nuevo,
diseminó su harina, tuvo
muertos bajo sus raíces,
y luego, en su cuna, miró
crecer los dioses vegetales...
Y aun en las llanuras
como láminas del planeta ,
bajo un fresco pueblo de estrellas,
rey de la hierba, el ombú detenía
el aire libre, el vuelo rumoroso
y montaba la pampa sujetándola
con su ramal de riendas y raíces.
América arboleda,
zarza salvaje entre los mares,
de polo a polo balanceabas,
tesoro verde, tu espesura.
Germinaba la noche
en ciudades de cáscaras sagradas,
en sonoras maderas,
extensas hojas que cubrían
la piedra germinal, los nacimientos.
Útero verde, americana
sabana seminal, bodega espesa,
una rama nació como una isla,
una hoja fue forma de la espada,
una flor fue relámpago y medusa,
un racimo redondeó su resumen,
una raíz descendió a las tinieblas.


Vegetation

To the lands without name or number,
The wind blew down from other domains,
The rain brought celestial threads,
And the god of the impregnated altars
Restored flowers and lives.
In fertility time grew.
The jacaranda raised its froth
Of transmarine splendor,
The araucaria, bristling with spears,
Was magnitude against the snow,
The primordial mahogany tree
Distilled blood from its crown,
And to the South of the cypress,
The thunder tree, the red tree,
The thorn tree, the mother tree,
The scarlet ceibo, the rubber tree
Were earthly volume, sound,
Territorial existence.
A newly propagated aroma
Suffused, through the interstices
Of the earth, the breaths
Transformed into mist and fragrance:
Wild tobacco raised
Its rosebush of imaginary air.
Like a fire-tipped spear
Corn emerged, its stature
Was stripped and it gave forth again,
Disseminated its flour, had
Corpses beneath its roots,
And then, in its cradle, it watched
The vegetable gods grow...
And still on the prairies,
Like laminas of the planet,
Beneath a fresh republic of stars,
The ombú, king of the grass, stopped
The free air, the whispering flight,
And mounted the pampa, holding it in
With a bridle of reins and roots.
Arboreal America
Wild bramble between the seas,
From pole to pole you balanced,
Green treasure, your dense growth.
The night germinated
In cities of sacred pods,
In sonorous woods,
Outstretched leaves covering
The germinal stone, the births.
Green uterus, seminal
American savanna, dense storehouse,
A branch was born like an island,
A leaf was shaped like a sword,
A flower was lightning and medusa,
A cluster rounded off its resume,
A root descended in the darkness.

Translated by Jack Schmitt

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Pablo Neruda -Amor América-
Amor América

Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales,
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, parpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban escritas.
Nadie pudo recordarlas después: el viento
las olvido, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayo una gota roja en la espesura
y se apago una lámpara de tierra.
Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del bufalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busque, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre
o tu, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.
Yo, incásico del légamo,
toque la piedra y dije:
Quien me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un parpado verde.
Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepo por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aun no nacida de mi boca.


Love America

Before the wig and the dress coat
there were rivers, arterial rivers,
There were cordilleras, jagged waves where
the condor and the snow seemed immutable:
there was dampness and dense growth, the thunder
as yet unnamed, the planetary pampas.
Man was dust, earthen vase, and eyelid
of tremulous loam, the shape of clay-
he was Carib jug, Chibcha stone,
imperial cup of Araucanian silica.
Tender and bloody was he, but on the grip
of his weapon of moist flint,
the initials of the earth were written.
No one could remember them afterward: the wind
forgot them, the language of water
was buried, the keys were lost
or flooded with silence or blood.
Life was not lost, pastoral brothers.
But like a wild rose
a red drop fell into the dense growth,
and a lamp of earth was extinguished.
I am here to tell the story.
From the peace of the buffalo
to the pummeled sands
of the land’s end, in the accumulated spray
of the Antarctic light,
and through precipitous tunnels
of shady Venezuelan peacefulness,
I searched for you, my father,
young warrior of darkness and copper,
or you, nuptial plant, indomitable hair,
mother cayman, metallic dove,
I, Inca of the loam,
touched the stone and said:
Who awaits me? And I closed my hand
around a fistful of empty flint.
But I walked among the Zapotec flowers
and the light was soft like a deer
and the shade was a green eyelid.
My land without name, without America, equinoctial
stamen, purple lance, your aroma climbed my roots
up to the glass raised to my lips, up to the slenderest
word as yet unborn in my mouth.

Translated by Alastair Reid

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Pablo Neruda -Sobre mi mala educación-
Sobre mi mala educación

¿Cuál es el cuál, cuál es el cómo?
¿Quién sabe como conducirse?
¡Qué naturales son los peces!
Nunca parecen inoportunos.
Están en el mar invitados
y se visten correctamente
sin una escama de menos,
condecorados por el agua.
Yo todos los días pongo
no sólo los pies en el plato,
sino los codos, los riñones,
la lira, el alma, la escopeta.
No sé que hacer con las manos
y he pensado venir sin ellas,
¿pero dónde pongo el anillo?
¡Qué pavorosa incertidumbre!
Y luego no conozco a nadie.
No recuerdo sus apellidos.
- Me parece conocer a Ud.
- No es Ud. un contrabandista?
- Y Ud., señora, ¿no es la amante
del alcohólico poeta
que se paseaba sin césar,
sin rumbo fijo por las cornisas?
- Voló porque tenía alas.
- Y Ud. continúa terrestre.
- Me gustaría haberla entregado
como india viuda a un gran brasero,
¿no podríamos quemarla ahora?
¡Resultaría palpitante!
Otra vez en una Embajada
me enamoré de una morena,
no quiso desnudarse allí,
y yo se lo increpé con dureza:
estás loca, estatua silvestre,
¿cómo puedes andar vestida?
Me desterraron duramente
de ésa y de otras reuniones,
si por error me aproximaba
cerraban ventanas y puertas.
Anduve entonces con gitanos
y con prestidigitadores,
con marineros sin buque,
con pescadores sin pescado,
pero todos tenían reglas,
inconcebibles protocolos
y mi educación lamentable
me trajo malas consecuencias.
Por eso no voy y no vengo,
no me visto ni ando desnudo,
eché al pozo los tenedores,
las cucharas y los cuchillos.
Sólo me sonrío a mí solo,
no hago preguntas indiscretas
y cuando vienen a buscarme,
con gran honor, a los banquetes,
mando mi ropa, mis zapatos,
mi camisa con mi sombrero,
pero aun así no se contentan:
iba sin corbata mi traje.
Así para salir de dudas
me decidí a una vida honrada
de la más activa pereza,
purifiqué mis intenciones,
salí a comer conmigo solo
y así me fui quedando mudo.
A veces me saqué a bailar,
pero sin gran entusiasmo,
y me acuesto solo, sin ganas,
por no equivocarme de cuarto.
Adiós, porque vengo llegando.
Buenos días, me voy deprisa.
Cuando quieran verme ya saben:
búsquenme donde no estoy
y si les sobra tiempo y boca
pueden hablar con mi retrato.


On my bad education

Which is which, which is how?
Who knows how to behave?
How natural fish seem!
They never appear to be out of order.
In the sea, they look like guests,
And always dress correctly,
Never a scale too few,
Decorated by the water.
But I – every day I put
Not only my feet on my plate
But my elbows too, and my kidneys,
My lyre, my soul and my shotgun.
I don’t know what to do with my hands,
And have thought of coming without them,
But where do I put my ring?
What feeble uncertainty!
And ultimately, I know no one.
I don’t remember names.
- You seem familiar to me.
- Are you not a smuggler?
- And you, Madam, aren’t you the lover
Of the alcoholic poet
Who walked and walked endlessly,
Aimlessly over the rooftops?
-He flew because he had wings.
-And you go on being earthbound.
-I should like to have delivered her
like an Indian widow to a great furnace.
Could we not burn her now?
It would be breathtaking!
Another time in an Embassy,
I fell in love with a brunette.
She would not undress there
And I was rough on her-
Are you mad, my wild statue,
How can you move in your clothes?
They banished me brutally
From that and from other gatherings,
And if by mistake I approached,
They closed windows and doors.
I went then with gypsies
And with magicians,
Sailors without ships,
Fishermen with no fish,
But all of them had their rules,
Unyielding protocol,
And my wretched education
Brought me to a bad end.
So I neither go nor come
Neither dress nor walk naked.
In the well, I dropped the forks,
The spoons and the knives.
I smile only at myself,
Never ask indiscreet questions,
And when they come to bring me
To banquets, with great pomp,
I send my clothes-my shoes,
My shirt and my hat-
But even that does not please them;
My suit forgot its tie.
So, to be free of doubts,
I settled for an honorable life,
As actively lazy as possible.
I purified my intentions,
Went out to dine along with myself,
And so I left, keeping my silence.
Sometimes I asked myself to dance
But without much enthusiasm,
And I bedded along, not wanting to,
So as not to mistake my room.
Goodbye, because here I am arriving.
Good morning, I’m off in a hurry.
When they wish to see me, now they know-
They must look for me where I am not,
And if they have voice and time left over,
They can have a talk with my portrait.

Translated by Alastair Reid

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Pablo Neruda -Alberto Rojas Giménez viene volando-
Alberto Rojas Giménez viene volando

Entre plumas que asustan, entre noches,
entre magnolias, entre telegramas,
entre el viento del Sur y el Oeste marino,
vienes volando.
Bajo las tumbas, bajo las cenizas,
bajo los caracoles congelados,
bajo las últimas aguas terrestres,
vienes volando.
Más abajo, entre niñas sumergidas,
y plantas ciegas, y pescados rotos,
más abajo, entre nubes otra vez,
vienes volando.
Más allá de la sangre y de los huesos,
más allá del pan, más allá del vino,
más allá del fuego,
vienes volando.
Más allá del vinagre y de la muerte,
entre putrefacciones y violetas,
con tu celeste voz y tus zapatos húmedos,
vienes volando.
Sobre diputaciones y farmacias,
y ruedas, y abogados, y navíos,
y dientes rojos recién arrancados,
vienes volando.
Sobre ciudades de tejado hundido
en que grandes mujeres se destrenzan
con anchas manos y peines perdidos,
vienes volando.
Junto a bodegas donde el vino crece
con tibias manos turbias en silencio,
con lentas manos de madera roja,
vienes volando.
Entre aviadores desaparecidos,
al lado de canales y de sombras,
al lado de azucenas enterradas,
vienes volando.
Entre botellas de color amargo,
entre anillos de anís y desventura,
levantando las manos y llorando,
vienes volando.
Sobre dentistas y congregaciones,
sobre cines y túneles y orejas,
con traje nuevo y ojos extinguidos,
vienes volando.
Sobre tu cementerio sin paredes
donde los marineros se extravían,
mientras la lluvia de tu muerte cae,
vienes volando.
Mientras la lluvia de tus dedos cae,
mientras la lluvia de tus huesos cae,
mientras tu médula y tu risa caen,
vienes volando.
Sobre las piedras en que te derrites,
corriendo, invierno abajo, tiempo abajo,
mientras tu corazón desciende en gotas,
vienes volando.
Oh amapola marina, oh deudo mío,
oh guitarrero vestido de abejas,
no es verdad tanta sombra en tus cabellos,
vienes volando.
No es verdad tanta sombra persiguiéndote,
no es verdad tantas golondrinas muertas,
tanta región oscura con lamentos,
vienes volando.
El viento negro de Valparaíso
abre sus alas de carbón y espuma
para barrer el cielo donde pasas,
vienes volando.
Hay vapores, y un frío de mar muerto,
y silbatos, y meses, y un olor
de mañana lloviendo y peces sucios,
vienes volando.
Hay ron, tú y yo, y mi alma donde lloro,
y nadie, y nada, sino una escalera
de peldaños quebrados, y un paraguas,
vienes volando.
Allí está el mar. Bajo de noche y te oigo
venir volando bajo el mar sin nadie,
bajo el mar que me habita, oscurecido,
vienes volando.
Oigo tus alas y tu lento vuelo,
y el agua de los muertos me golpea
como palomas ciegas y mojadas,
vienes volando.
Vienes volando, solo solitario,
solo entre muertos, para siempre solo,
vienes volando sin sombra y sin nombre,
sin azúcar, sin boca, sin rosales,
vienes volando.


Alberto Rojas Giménez comes flying

Among frightening feathers, among nights,
Among magnolias, among telegrams,
Among the South wind and the maritime West,
You come flying.
Beneath the tombs, beneath the ashes,
Beneath the frozen snails,
Beneath the last terrestrial waters,
You come flying.
Farther down, among submerged girls,
And blind plants, and broken fish,
Father down, among clouds again,
You come flying.
Beyond blood and bones,
Beyond bread, beyond wine,
Beyond fire,
You come flying.
Beyond vinegar and death,
Among putrefaction and violets,
With your celestial voice and your damp shoes,
You come flying.
Over delegations and drugstores,
And wheels, and lawyers, and warships,
And red teeth recently pulled,
You come flying.
Over sunken-roofed cities
Where huge women take down their hair
With broad hands and lost combs,
You come flying.
Next to vaults where the wine grows
With tepid turbid hands, in silence,
With slow, red-wooden hands,
You come flying...
Among bitter-colored bottles,
Among rings of anise and misfortune,
Lifting your hands and weeping,
You come flying.
Over dentists and congregations,
Over movie houses and tunnels and ears,
With a new suit and extinguished eyes,
You come flying.
Over your wall-less cemetery,
Where sailors go astray,
While the rain of your death falls,
You come flying.
While rain of your fingers falls,
While the rain of your bones falls,
While your marrow and your laughter fall,
You come flying.
Over the stones on which you melt,
Running, down winter, down time,
While your hearth descends in drops,
You come flying.
You are not there, surrounded by cement,
And black hearts of notaries,
And infuriated riders’ bones:
You come flying
Oh sea poppy, oh my kinsman,
Oh guitar player dressed in bees,
There can’t be so much shadow in your hair:
You come flying
There can’t be so much shadow pursuing you,
There can’t be so many dead swallows,
So much dark lamenting land:
You come flying.
The black wind of Valparaíso
Opens its wings of coal and foam
To sweep the sky where you pass:
You come flying.
There are ships, and a dead-sea cold,
And whistles, and months, and a smell
Of rainy morning and dirty fish:
You come flying.
There is rum, you and I, and my heart where I weep,
And nobody, and nothing, but a staircase
Of broken steps, and an umbrella:
You come flying.
There lies the sea. I go down at night and I hear you
Come flying under the sea without anyone,
Under the sea that dwells in me, darkened:
You come flying.
I hear your wings and your slow flight,
And the water of the dead strikes me
Like blind wet doves:
You come flying.
You come flying, alone, solitary,
Along among the dead, forever along,
You come flying without a shadow and without a name,
Without sugar, without a mouth, without rosebushes,
You come flying.

Translated by Donald D. Walsh

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Pablo Neruda -El padre brusco-
El padre brusco

El padre brusco vuelve de sus trenes:
reconocimos en la noche el pito
de la locomotora perforando la lluvia
con un aullido errante,
un lamento nocturno, y luego
la puerta que temblaba:
el viento en una ráfaga entraba con mi padre
y entre las dos pisadas y presiones
la casa se sacudía.
Las puertas asustadas se golpeaban con seco
disparo de pistolas, las escalas gemían
y una alta voz recriminaba, hostil,
mientras la tempestuosa
sombra, la lluvia como catarata
despeñada en los techos
ahogaba poco a poco el mundo
y no se oía nada más que el viento
peleando con la lluvia.
Sin embargo, era diurno.
Capitán de su tren, del alba fría,
y apenas despuntaba
el vago sol, allí estaba su barba,
sus banderas verdes y rojas, listos los faroles,
el carbón de la máquina en su infierno,
la Estación con los trenes en la bruma
y su deber hacia la geografía.
El ferroviario es marinero en tierra
y en los pequeños puertos sin marina
-pueblos del bosque- el tren corre que
corre desenfrenando la naturaleza,
cumpliendo su navegación terrestre.
Cuando descansa el largo tren
se juntan los amigos,
entran, se abren las puertas de mi
infancia, la mesa se sacude,
al golpe de una mano ferroviaria
chocan los gruesos vasos del hermano
y destella el fulgor de los ojos del vino.
Mi pobre padre duro allí estaba, en el eje de la vida,
la viril amistad, la copa llena.
Su vida fue una rápida milicia
y entre su madrugar y sus caminos,
entre llegar para salir corriendo,
un día con más lluvia que otros días
el conductor José del Carmen Reyes
subió al tren de la muerte y hasta ahora
no ha vuelto.


The blunt father

My blunt father comes back from the trains.
We recognize in the night the whistle
of the locomotive perforating the rain
with a wandering moan
lament of the night, and later
the door shivering opens.
A rush of wind came in with my father,
And between footsteps and drafts
The house shook.
The surprised doors banged with the dry
Bark of pistols, the staircase groaned,
And a loud voice, complaining, grumbled
While in the wild dark, the waterfall rain
Rumbled on the roofs
And, little by little, drowned the world
And all that could be heard was the wind
Battling with the rain.
He was, however, a daily happening.
Captain of his train, of the cold dawn,
And scarcely had the sun
Begun to show itself
Than there he was with his beard,
His red and green flags, his lamps prepared,
The engine coal in its little inferno,
The station with trains in the mist,
And his duty to geography.
The railwayman is a sailor on earth
And in the small ports without a sea line-
The forest towns- the train runs, runs,
Unbridling the natural world,
Completing its navigation of the earth.
When the long train comes to rest,
Friends come together,
Come in, and the doors of my childhood open,
The table shakes
At the slam of a railwayman’s hand,
The thick glasses of companions jump
And the glitter flashed out from the eyes of the wine.
My poor, hard father, there he was at the axis of
existence, virile in friendship, his glass full.
His life was a running campaign,
And between his early rising and his traveling,
Between arriving and rushing off,
One day, rainier than other days,
The railwayman, José del Carmen Reyes,
Climbed aboard the train of death, and so far
has not come back.

Translated by Alastair Reed

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Pablo Neruda -La mamadre-
La mamadre

La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
del sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita menuda y apagándose,
encendiéndose para que todos vean el camino.
Oh, dulce mamadre
-nunca pude decir madrastra-,
ahora mi boca tiembla para definirte,
porque apenas abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro de la casa
y tu humildad ubicua desgranando
el áspero cereal de la pobreza
como si hubieras ido repartiendo
un río de diamantes.
Ay mamá, cómo pude vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo tu Marverde en mi sangre,
el apellido del pan que se reparte,
de aquellas dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura, al pequeño ataúd
donde por vez primera estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco.



The more-mother

My more-mother comes by
In her wooden shoes. Last night
The wind blew from the pole the roof tiles
Broke, and walls and bridges fell.
The pumas of night howled all night long,
And now, in the morning
Of icy sun, she comes,
my more-mother, Doña
Trinidad Marverde,
Soft as the tentative freshness
Of the sun in storm country,
A frail lamp, self-effacing,
Lighting up to show others the way.
Dear more-mother,
I was never able to say stepmother!
At this moment my mouth trembles to define you,
For hardly had I begun to understand
Than I saw goodness in poor dark clothes,
A practical sanctity-
Goodness of water and flour,
That’s what you were. Life made you into bread,
And there we fed on you,
Long winter to forlorn winter
With raindrops leaking inside the house,
And you, ever present in your humility,
Sifting the bitter grain-seed of poverty
As if you were engaged in
Sharing out a river of diamonds.
Oh, mother, how could I not go on remembering you
In every living minute?
Impossible. I carry your Marverde in my blood,
Surname of the shared bread,
Of those gentle hands
Which shaped from a flour sack
My childhood clothes,
Of the one who cooked, ironed, washed,
Planted, soothed fevers,
And when everything was done
And I at last was able to stand on my own sure feet,
She went off, fulfilled, dark, off in her small coffin
Where for once she was idle
Under the hard rain of Temuco.

Translated by Alastair Reed

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Pablo Neruda -Poesía-
Poesía

Y fue en aquella edad...
Que la poesía llegó en busca de mí.
Yo no sé, no sé de dónde vino,
del invierno o de un río.
No sé cómo o cuándo,
entre fuegos violentos
o el retorno solitario,
allí estuve sin un rostro
y ésto me llegó hondo.

No supe qué decir,
mi boca no tenía palabras,
mis ojos estaban ciegos,
y algo empezó en mi alma,
una fiebre o unas alas al olvido,
y creé mi propio camino,
descifré ese fuego
y escribí la primera línea sutil,
tenue sin substancia,
puro sin sentido,
pura sabiduría
de alguien que no sabe nada,
y de repente ví los cielos desatados, abiertos,
planetas palpitando,
sombras perforadas,
atravesadas con flechas, fuego y flores,
el viento de la noche, el universo.

Y yo ser infinitesimal,
embriagado por ese inmenso vacío estrellado,
retrato, imagen de misterio,
siento a mi mismo como una parte del abismo,
rodando con las estrellas,
mi corazón se libera en el cielo abierto.
no, no habían voces,
no habían palabras, ni silencio,
pero desde una calle fui llamado por las ramas de la noche,
abruptamente entre las demás


Poetry

And it was at that time... Poetry came
to find me. Don’t know, don’t know from where,
it leapt, winter or the river.
Don’t know how or when
no, not words, not
voices, not silence,
but I was called from the street,
from the branches of the night,
suddenly, from the others,
in violent flames,
or coming back alone,
I, without a face,
it touched me.

I did not know how to say, my mouth
no names,
my eyes
were blind,
and something began in my soul,
fever or lost wings,
and I made it alone,
deciphering,
that fire,
and I wrote the first, vague line,
vague, without a body, pure
nonsense,
pure knowledge,
of he who knows nothing,
and suddenly saw
the sky
unlock
and open,
planets,
pulsating spaces,
perforated shadows,
riddled
with fires, flowers, flights,
the revolving night, the universe.

And I the smallest thing,
made drunk by the great void,
starred,
in the image, likeness
of mystery,
felt myself pure part
of abyss,
turned with the starlight,
my heart broken loose in the wind.

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Pablo Neruda -Oh Tierra, espérame-
Oh Tierra, espérame

Vuélmeme oh sol
a mi destino agreste,
lluvia del viejo bosque,
devuélveme el aroma y las espadas
que caían del cielo,
la solitaria paz de pasto y piedra,
la humedad de las márgenes del río,
el olor del alerce,
el viento vivo como un corazón
latiendo entre la huraña muchedumbre
de la gran araucaria.
Tierra, devuélveme tus dones puros,
las torres del silencio que subieron
de la solemnidad de sus raíces:
quiero volver a ser lo que no he sido,
aprender a volver desde tan hondo
que entre todas las cosas naturales
pueda vivir o no vivir: no importa
ser una piedra más, la piedra oscura,
la piedra pura que se lleva el río.


Oh Earth, wait for me

Turn me oh sun
towards my native destiny,
rain from the ancient forest,
return to me the fragrance and the swords
that fall from the sky,
the solitary peace of field and rock,
the moisture at the margins of the river,
the scent of the larch,
the wind, alive like a heart
beating among the remote flock
of the great araucaria.

Earth, return to me your pure gifts
the towers of silence that rose
from the solemnity of their roots:
I want to return to being what I have not been,
learn to return from such depths
that amongst all the things of nature
I could live or not live: no matter
to be one more stone, the dark stone,
the pure stone that is carried by the river.

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Pablo Neruda -La carta en el camino-
jueves, 17 de febrero de 2005
La carta en el camino

Adiós, pero conmigo
serás, irás adentro
de una gota de sangre que circule en mis venas
o fuera, beso que me abrasa el rostro
o cinturón de fuego en mi cintura.
Dulce mía, recibe
el gran amor que salió de mi vida
y que en ti no encontraba territorio
como el explorador perdido
en las islas del pan y de la miel.
Yo te encontré después
de la tormenta, la lluvia
lavó el aire y en el agua
tus dulces pies brillaron como peces.

Adorada, me voy a mis combates.

Arañaré la tierra para hacerte una cueva
y allí tu Capitán
te esperará con flores en el lecho.
No pienses más, mi dulce,
en el tormento
que pasó entre nosotros
como un rayo de fósforo
dejándonos tal vez su quemadura.
La paz llegó también porque regreso
a luchar a mi tierra,
y como tengo el corazón completo
con la parte de sangre que me diste
para siempre,
y como
llevo
las manos llenas de tu ser desnudo, mírame,
mírame,
mírame por el mar, que voy radiante,
mírame por la noche que navego,
y mar y noche son los ojos tuyos.
No he salido de ti cuando me alejo.
Ahora voy a contarte:
mi tierra será tuya, yo voy a conquistarla,
no sólo para dártela,
sino que para todos,
para todo mi pueblo.
Saldrá el ladrón de su torre algún día.
Y el invasor será expulsado.
Todos los frutos de la vida
crecerán en mis manos
acostumbrados antes a la pólvora.
Y sabré acariciar las nuevas flores
porque tú me enseñaste la ternura.
Dulce mía, adorada,
vendrás conmigo a luchar cuerpo a cuerpo
porque en mi corazón viven tus besos
como banderas rojas,
y si caigo, no sólo
me cubrirá la tierra
sino este gran amor que me trajiste
y que vivió circulando en mi sangre.
Vendrás conmigo,
en esa hora te espero,
en esa hora y en todas las horas,
en todas las horas te espero.
Y cuando venga la tristeza que odio
a golpear a tu puerta,
dile que yo te espero
y cuando la soledad quiera que cambies
la sortija en que está mi nombre escrito,
dile a la soledad que hable conmigo,
que yo debí marcharme
porque soy un soldado,
y que allí donde estoy,
bajo la lluvia o bajo
el fuego,
amor mío, te espero.
Te espero en el desierto más duro
Y junto al limonero florecido,
en todas las partes donde esté la vida,
donde la primavera está naciendo,
amor mío, te espero.
Cuando te digan: 'Ese hombre
no te quiere", recuerda
que mis pies están solos en esa noche, y buscan
los dulce pequeños pies que adoro.
Amor, cuando te digan
que te olvidé, y aun cuando
sea yo quien lo dice,
cuando yo te lo diga,
no me creas,
quién y cómo podrían
cortarte de mi pecho
y quién recibiría
mi sangre
cuando hacia ti me fuera desangrando?
Pero tampoco puedo
olvidar a mi pueblo.
Voy a luchar en cada calle,
detrás de cada piedra.
Tu amor también me ayuda:
es una flor cerrada
que cada vez me llena con su aroma
y que se abre de pronto
dentro de mí como una gran estrella.

Amor mío, es de noche.

El agua negra, el mundo
dormido, me rodean.
Vendrá luego la aurora,
y yo mientras tanto te escribo
para decirte: "Te amo'.
Para decirte "Te amo , cuida,
limpia, levanta,
defiende
nuestro amor, alma mía.
Yo te lo dejo como si dejara
Un puñado de tierra con semillas.
De nuestro amor nacerán vidas.
En nuestro amor beberán agua.
Tal vez llegará un día
en que un hombre
y una mujer, iguales
a nosotros,
tocarán este amor y aún tendrá fuerza
para quemar las manos que lo toquen.
Quiénes fuimos? Qué importa?
Tocarán este fuego
y el fuego, dulce mía, dirá tu simple nombre
y el mío, el nombre
que tú sola supiste porque tú sola
sobre la tierra sabes
quién soy, y porque nadie me conoció como una,
como una sola de tus manos,
porque nadie
supo cómo, ni cuándo
mi corazón estuvo ardiendo:
tan sólo
tus grandes ojos pardos lo supieron,
tu ancha boca,
tu piel, tus pechos,
tu vientre, tus entrañas
y el alma tuya que yo desperté
para que se quedara
cantando hasta el fin de la vida.

Amor, te espero.

Adiós, amor, te espero.

Amor, amor, te espero.

Y así esta carta se termina
sin ninguna tristeza:
están firmes mis pies sobre la tierra,
mi mano escribe esta carta en el camino,
y en medio de la vida estaré
siempre
junto al amigo, frente al enemigo,
con tu nombre en la boca
y un beso que jamás
se apartó de la tuya.


Letter on the road

Farewell, but you will be
with me, you will go within
a drop of blood circulating in my veins
or Outside, a kiss that burns my Face
or a belt of fire at my waist.
My sweet, accept
the great love that came out of my life
and that in you found no territory
like the explorer lost
in the isles of bread and honey.
I found you after
the storm,
the rain washed the air
and in the water
your sweet feet gleamed like fishes.

Adored one, I am off to my fighting.

I shall scratch the earth to make you a cave
and there your Captain
will wait for you with flowers in the bed.
Think no more, my sweet,
about the anguish
that went on between us
like a bolt of phosphorous
leaving us perhaps its burning.
Peace arrived too because I return
to my land to fight,
and as I have a whole heart
with the share of blood that you gave me
forever,

and as
I have
my hands filled with your naked being,
look at me,
look at me,
look at me across the sea, for I go radiant,
look at me across the night through which I sail,
and sea and night are those eyes of yours.
I have not left you when I go away.
Now I am going to tell you:
my land will be yours,
I am going to conquer it,
not just to give it to you,
but for everyone,
for all my people.
The thief will come out of his tower some day.
And the invader will be expelled.
All the fruits of life
will grow in my hands
accustomed once to powder.
And I shall know how to touch the new flowers gently
because you taught me tenderness.
My sweet, adored one,
you will come with me to fight face to face
because your kisses live in my heart
like red banners,
and if I fall, not only
will earth cover me
but also this great love that you brought me
and that lived circulating in my blood.
You will come with me,
at that hour I wait for you,
at that hour and at every hour,
at every hour I wait for you.
And when the sadness that I hate comes
to knock at your door,
tell her that I am waiting for you
and when loneliness wants you to change
the ring in which my name is written,
tell loneliness to talk with me,
that I had to go away
because I am a soldier,
and that there where I am,
under rain or under
fire,
my love, I wait for you.
I wait for you in the harshest desert
and next to the flowering lemon tree,
in every place where there is life,
where spring is being born,
my love, I wait for you.
When they tell you: " That man
does not love you," remember
that my feet are alone in that night, and they seek
the sweet and tiny feet that I adore.
Love, when they tell you
that I have forgotten you, and even when
it is I who say it,
when I say it to you,
do not believe me,
who could and how could anyone
cut you from my heart
and who would receive
my blood
when I went bleeding toward you?
But still I can not
forget my people.
I am going to fight in each street,
behind each stone.
Your love also helps me:
it is a closed flower
that constantly fills me with its aroma
and that opens suddenly
within me like a great star.

My love, it is night.

The black water, the sleeping
world surround me.
Soon dawn will come,
and meanwhile I write you
to tell you: " I love you."
To tell you " I love you," care for,
clean, lift up,
defend
our love, my darling.
I leave it with you as if I left
a handful of earth with seeds.
From our love lives will be born.
In our love they will drink water.
Perhaps a day will come
when a man and a woman, like
us,
will touch this love and it will still have the strength
to burn the hands that touch it.
Who were we? What does it matter?
They will touch this fire and the fire,
my sweet, will say your simple name
and mine, the name
that only you knew, because you alone
upon earth know
who I am, and because nobody knew me like one,
like just one hand of yours,
because nobody
knew how or when
my heart was burning:
only your great dark eyes knew,
your wide mouth,
your skin, your breasts,
your belly, your insides,
and your soul that I awoke
so that it would go on
singing until the end of life.

Love, I am waiting for you.
Farewell, love, I am waiting for you.
Love, love, I am waiting for you.

And so this letter ends
with no sadness:
my feet are firm upon the earth,
my hand writes this letter on the road,
and in the midst of life I shall be
always
beside the friend, facing the enemy,
with your name on my mouth
and a kiss that never
broke away from yours.

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Pablo Neruda -Epitalamio-
Epitalamio

Recuerdas cuando
en invierno llegamos a la isla?
El mar hacia nosotros levantaba
una copa de frío.
En las paredes las enredaderas
susurraban dejando
caer hojas oscuras
a nuestro paso.
Tú eras también una pequeña hoja
que temblaba en mi pecho.
El viento de la vida allí te puso.
En un principio no te vi: no supe
que ibas andando conmigo,
hasta que tus raíces
horadaron mi pecho,
se unieron a los hilos de mi sangre,
hablaron por mi boca,
florecieron conmigo.
Así fue tu presencia inadvertida,
hoja o rama invisible
y se pobló de pronto
mi corazón de frutos y sonidos.
Habitaste la casa
que te esperaba oscura
y encendiste las lámparas entonces.
Recuerdas, amor mío,
nuestros primeros pasos en la isla?
Las piedras grises nos reconocieron,
las rachas de la lluvia,
los gritos del viento en la sombra.
Pero fue el fuego
nuestro único amigo,
junto a él apretamos
el dulce amor de invierno
a cuatro brazos.
El fuego vio crecer nuestro beso desnudo
hasta tocar estrellas escondidas,
y vio nacer y morir el dolor
como una espada rota
contra el amor invencible.
Recuerdas,
oh dormida en mi sombra,
cómo de ti crecía el sueño,
de tu pecho desnudo
abierto con sus cúpulas gemelas
hacia el mar, hacia el viento de la isla
y cómo yo en tu sueño navegaba
libre, en el mar y en el viento
atado y sumergido sin embargo
al volumen azul de tu dulzura?
Oh dulce, dulce mía,
cambió la primavera
los muros de la isla.
Apareció una flor como una gota
de sangre anaranjada,
y luego descargaron los colores
todo su peso puro.
El mar reconquistó su transparencia,
la noche en el cielo
destacó sus racimos
y ya todas las cosas susurraron
nuestro nombre de amor, piedra por piedra
dijeron nuestro nombre y nuestro beso.
La isla de piedra y musgo
resonó en el secreto de sus grutas
como en tu boca el canto,
y la flor que nacía
entre los intersticios de la piedra
con su secreta sílaba
dijo al pasar tu nombre
de planta abrasadora,
y la escarpada roca levantada
como el muro del mundo
reconoció mi canto, bienamada,
y todas las cosas dijeron
tu amor, mi amor, amada,
porque la tierra, el tiempo, el mar, la isla,
la vida la marea,
el germen que entreabre
sus labios en la tierra,
la flor devoradora,
el movimiento de la primavera,
todo nos reconoce.
Nuestro amor ha nacido
fuera de las paredes, en el viento,
en la noche,
en la tierra,
y por eso la arcilla y la corola,
el barro y las raíces
saben cómo te llamas,
y saben que mi boca
se juntó con la tuya
porque en la tierra nos sembraron juntos
sin que sólo nosotros lo supiéramos
y que crecemos juntos
y florecemos juntos
y por eso
cuando pasamos,
tu nombre está en los pétalos
de la rosa que crece en la piedra,
mi nombre está en las grutas.
Ellos todo lo saben,
no tenemos secretos,
hemos crecido juntos
pero no lo sabíamos.
El mar conoce nuestro amor, las piedras
de la altura rocosa
saben que nuestros besos florecieron
con pureza infinita,
cómo en sus intersticios una boca
escarlata amanece:
así conocen nuestro amor y el beso
que reúne tu boca y la mía
en una flor eterna.
Amor mía,
la primavera dulce,
flor y mar, nos rodean.
No la cambiamos
por nuestro invierno,
cuando el viento
comenzó a descifrar tu nombre
que hoy en todas las horas repite,
cuando
las hojas no sabían
que tú eras una hoja,
cuando
las raíces
no sabían que tú me buscabas
en mi pecho.
Amor, amor,
la primavera
nos ofrece el cielo,
pero la tierra oscura
es nuestro nombre,
nuestro amor pertenece
a todo el tiempo y la tierra.
Amándonos, mi brazo
bajo tu cuello de arena
esperaremos
cómo cambia la tierra y el tiempo
en la isla,
cómo caen las hojas
de las enredaderas taciturnas,
cómo se va el otoño
por la ventana rota.
Pero nosotros
vamos a esperar
a nuestro amigo,
a nuestro amigo de ojos rojos,
el fuego,
cuando de nuevo el viento
sacuda las fronteras de la isla
y desconozca el nombre
de todos,
el invierno
nos buscará, amor mío,
siempre,
nos buscará, porque lo conocemos,
porque no lo tememos,
porque tenemos
con nosotros
el fuego
para siempre.
Tenemos
la tierra con nosotros
para siempre,
la primavera con nosotros
para siempre,
y cuando se desprenda
de las enredaderas
una hoja
tú sabes amor mío,
qué nombre viene escrito
en esa hoja,
un nombre que es el tuyo y es el mío,
nuestro nombre de amor, un solo
ser, la flecha
que atravesó el invierno,
el amor invencible,
el fuego de los días,
una hoja
que me cayó en el pecho,
yo una hoja del árbol
de la vida
que hizo nido y cantó
que echó raíces,
que dio flores y frutos.
Y así ves, amor mío cómo marcho
por la isla,
por el mundo,
seguro en medio de la primavera,
loco de luz en el frío,
andando tranquilo en el fuego,
levantando tu peso
de pétalo en mis brazos
como si nunca hubiese caminado
sino contigo alma mía,
como si no supiera caminar
sino contigo,
corno si no supiera cantar
sino cuando tú cantas.


Epithalamium

Do you remember when
in winter
we reached the island?
The sea raised toward us
a crown of cold.
On the walls the climbing vines
murmured letting
dark leaves fall
as we passed.
You too were a little leaf
that trembled on my chest.
Life's wind put you there.
At first I did not see you: I did not know
that you were walking with me,
until your roots
pierced my chest,
joined the threads of my blood,
spoke through my mouth,
flourished with me.
Thus was your inadvertent presence,
invisible leaf or branch,
and suddenly my heart
was filled with fruits and sounds.
You occupied the house
that darkly awaited you
and then you lit the lamps.
Do you remember, my love,
our first steps on the island?
The gray stones knew us,
the rain squalls,
the shouts of the wind in the shadow.
But the fire was
our only friend,
next to it we hugged
the sweet winter love
with four arms.
The fire saw our naked kiss grow
until it touched hidden stars,
and it saw grief be born and die
like a broken sword
against invincible love.
Do you remember,
oh sleeper in my shadow,
how sleep would grow
in you,
from your bare breast
open with its twin domes
toward the sea, toward the wind of the island,
and how I in your dream sailed
free, in the sea and in the wind
yet tied and sunken
in the blue volume of your sweetness?
Oh sweet, my sweet,
spring changed
the island's walls.
A flower appeared like a drop
of orange blood,
and then the colors discharged
all their pure weight.
The sea reconquered its transparency,
night in the sky
outlined its clusters
and now all things murmured
our name of love, stone by stone
they said our name and our kiss.
The island of stone and moss
echoed in the secret of its grottoes
like the song in your mouth,
and the flower that was born
between the crevices of the stone
with its secret syllable
spoke, as it passed, your name
of blazing plant
and the steep rock, raised
like the wall of the world,
knew my song, well beloved,
and all things spoke of
your love, my love, beloved,
because earth, time, sea, island,
life, tide,
the seed that half opens
its lips in the earth,
the devouring flower,
the movement of spring,
everything recognizes us.
Our love was born
outside the walls,
in the wind,
in the night,
in the earth,
and that's why the clay and the flower,
the mud and the roots
know your name,
and know that my mouth
joined yours
because we were sown together in the earth
and we alone did not know it
and that we grow together
and flower together
and therefore
when we pass,
your name is on the petals
of the rose that grows on the stone,
my name is in the grottoes.
They know it all,
we have no secrets,
we have grown together
but we did not know it.
The sea knows our love, the stones
of the rocky height
know that our kisses flowered
with infinite purity,
as in their crevices a scarlet
mouth dawns:
just as our love and the kiss
that joins your mouth and mine
in an eternal flower.
My love,
sweet spring,
flower and sea, surround us.
We did not change it
for our winter,
when the wind
began to decipher your name
that today at all hours it repeats,
when
the leaves did not know
that you were a leaf,
when
the roots
did not know that you were seeking me
in my breast.
Love, love,
spring
offers us the sky,
but the dark earth
is our name,
our love belongs
to all time and the earth.
Loving each other, my arm
beneath your neck of sand,
we shall wait
as earth and time change
on the island,
as the leaves fall
from the silent climbing vines,
as autumn departs
through the broken window.
But we
are going to wait for
our friend,
our redeyed friend,
the fire,
when the wind again
shakes the frontiers of the island
and does not know the names
of everyone,
winter
will seek us, my love,
always
it will seek us, because we know it,
because we do not fear it,
because we have
with us
fire
forever,
we have
earth with us
forever,
spring with us
forever,
and when a leaf
falls
from the dimbing vines,
you know, my love,
what name is written
on that leaf,
a name that is yours and mine,
our love name, a single
being, the arrow
that pierced winter,
the invincible love,
the fire of the days,
a leaf
that dropped upon my breast,
a leaf from the tree
of life
that made a nest and sang,
that put out roots,
that gave flowers and fruits.
And so you see, my love,
how I move
around the island,
around the world,
safe in the midst of spring,
crazy with light in the cold,
walking tranquil in the fire,
lifting your petal
weight in my arms
as if I had never walked
except with you, my heart,
as if I could not walk
except with you,
as if I could not sing
except when you sing.

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posted by Bishop @ 15:41   0 comments
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